MICROS RADIALES

En esta sección compartimos todos los textos y audios escritos y narrados por nuestros autores.

 

 

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Susana Benko - Álvaro Mata - Humberto Ortiz

Rafael Castillo Zapata



Susana Benko

Arte y tecnología en los años setenta en Venezuela

La relación entre el arte y la tecnología no es nueva. Ha existido a lo largo del arte occidental, con variaciones entre un momento histórico y otro. A medida que el artista ha ido necesitando nuevos recursos para resolver situaciones, ha ido innovando en la tecnología a aplicar.

Mariana Rondón y sus “Dos grados de libertad”

A finales de 2010, la cineasta venezolana Mariana Rondón realizó en una sala llamada Periférico Caracas, ubicada en el Centro de Arte Los Galpones, una instalación video-mecánica titulada Dos grados de libertad. Esta pieza fue resultado de ocho años de investigación y consistió en una invención robótica que tuvo varias etapas.

Los rostros de Alberto Giacometti

De los escultores del siglo XX, Alberto Giacometti es uno de los que no pasa desapercibido. Su obra ha tenido diversas etapas que resultan de vivencias personales como de reflexiones plásticas que han determinado nuevas vías en el arte moderno.

Michelena y Delacroix

Marruecos y otros lugares del África del Norte y del Asia Menor fueron territorios de interés para varios artistas del siglo XIX. El exotismo, el brillo y el color de esas culturas de alguna manera sensibilizó emociones en el alma romántica de aquellos tiempos. En 1832, el pintor Eugène Delacroix marcó un importante precedente al acompañar al conde de Mornay a una misión diplomática llevando un mensaje de paz al sultán de Marruecos, Moulay Abderrahmane. Entonces era un apreciado artista, representante del mejor romanticismo francés. Ya había pintado su emblemático cuadro La libertad guiando al pueblo, hoy estandarte de los principios libertarios franceses y, mucho antes, en 1827, pintó otra de sus magnas obras, La muerte de Sardanápalo. En esta se hace evidente cómo Delacroix sentía admiración por la cultura oriental antes de su viaje. Esta pintura relata la trágica escena cuando Sardanápalo, rey legendario de Asiria, se sacrifica luego de mandar a degollar a todas sus mujeres, servidumbre y hasta sus caballos, al verse asediado por sus enemigos. La escena expresa el dramatismo de la situación mediante una composición abarrocada, muy dinámica, a la vez que el artista pone en relieve la sensualidad de las figuras.

Toledo y Borges

El artista mexicano Francisco Toledo realizó una serie de acuarelas y dibujos para el Manual de zoología fantástica de Jorge Luis Borges. Los realizó en homenaje a este escritor argentino. El público venezolano tuvo oportunidad de ver estas piezas en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas en una exposición realizada en 1988.

Francisco Bugallo y La Balsa de la Medusa

Entre 1818 y 1819, el artista francés Théodore Géricault realizó una inmensa pintura conocida como La Balsa de la Medusa. Mide casi 5 metros de alto por 7 de ancho.

Arte, corporalidad y nuevos medios. Yeni y Nan: huellas de agua y de sal

Las artistas Jennifer Hackshaw y María Luisa González, mejor conocidas como Yeni y Nan, respectivamente, trabajaron a dúo entre los años 1978 a 1986. Ambas son, junto a Antonieta Sosa, artistas que hicieron con sus cuerpos en acción el motivo y el soporte de sus obras. Ellas formaron parte del movimiento performático que se desarrolló ampliamente durante esas dos décadas.

El Leviathan Thot de Ernesto Neto en París

Entre septiembre y diciembre del año 2006, el artista brasileño Ernesto Neto realizó una monumental instalación en el Panteón de París. Este edificio, emblemático monumento del neoclasicismo, resguarda la memoria histórica de Francia.

Francisco Salazar. El juego de la luz y el espacio

En el año 2007, el artista Francisco Salazar vino a Venezuela procedente de París. Tuvo como motivo celebrar sus 50 años de labor artística luego de una larga ausencia fuera del país.

Orfismo y modernidad en la obra de los esposos Delaunay

En su libro Los pintores cubistas. Meditaciones estéticas, publicado en 1913, Guillaume Apollinaire estableció una clasificación, hoy día discutible e imprecisa, de los diversos tipos de cubismo. Entre las distinciones que realizó, mencionó uno con el término "cubismo órfico" y por ello es considerado como el primer autor en nombrar a esta tendencia de esta manera. De acuerdo a sus palabras, este cubismo se sustenta en una “estética pura” creada por el artista y no en la “realidad visual”. Añade que es un arte luminoso y contiene, además, una “significación sublime”. Consideró a Pablo Picasso el mayor exponente de este cubismo, además de Robert Delaunay, Fernand Léger, Francis Picabia y Marcel Duchamp. Lo cierto es que fueron los esposos Sonia y Robert Delaunay quienes desarrollaron realmente esta tendencia pictórica, alejándose, por cierto, del cubismo.

Las Meditaciones estéticas de Guillaume Apollinaire

El poeta Guillaume Apollinaire ha escrito numerosos textos sobre arte que, en su mayoría, fueron publicados en la prensa y en revistas de Francia. Muchos de ellos fueron reseñas sobre la vida cultural francesa, otros ilustran el espíritu del arte de los primeros años del siglo XX, especialmente el cubismo y el futurismo.

El “Nuevo Realismo”

Los años sesenta en Francia significaron, en palabras de Yves Klein, “un exceso del arte moderno”. Paralelo a las acumulaciones que acabamos de comentar en un micro anterior sobre Arman, artistas como Jean Tinguely, Raymond Hains, Christo, César y los mismos Klein y Arman, desafiaron escalas y resoluciones artísticas con sus experiencias tales como los empaquetamientos y compresiones de objetos y de vehículos, la reelaboración de obras de arte como “maquinarias” y las improntas corporales, entre otras acciones.

Arman y la nueva realidad

Frente a la estación Saint Lazare en París se encuentran dos esculturas muy peculiares. Ambas semejan “obeliscos” pero de objetos acumulados haciendo referencia al mundo industrializado: una con maletas de bronce apiladas titulada Consigne à vie que podemos traducir como Depósito de por vida; la otra con relojes superpuestos llamada L’heure de tous (La hora de todos). Ambas remiten al viaje, al traslado, al paso del tiempo, y por eso están en ese preciso y emblemático lugar. Son dos piezas urbanas que realizó en 1985 el artista francés Armand Pierre Fernández, mejor conocido como Arman.

Presencia de Anton Goering en Venezuela

Anton Goering llegó al país con el encargo de estudiar y recolectar animales que formarían parte de la colección de la Sociedad de Zoología de Londres. No imaginó, tal vez, que este viaje duraría ocho años debido al impacto que tuvo en él la naturaleza venezolana.

Presencia de Ferdinand Bellermann en Venezuela

Ferdinand Bellermann salió del puerto de Hamburgo en mayo de 1842 y, mes y medio después, llegó a La Guaira cumpliendo así uno de sus deseos más preciados: conocer el nuevo mundo. Llegó estimulado por Alejandro de Humboldt, quien había venido al país entre 1799 y 1804 para realizar sus importantes expediciones científicas. Fue Humboldt, precisamente, quien intercedió ante el rey prusiano Federico Guillermo IV para que le otorgara la ayuda necesaria para realizar esta travesía, ya que en estos viajes científicos, era imprescindible la presencia de artistas para registrar e ilustrar la naturaleza.

Presencia de Allen Voorhees Lesley en Venezuela

Allen Voorhees Lesley, médico y artista norteamericano, siempre quiso conocer el Caribe y Venezuela. Su espíritu viajero estaba aún en germen cuando consolidaba su carrera como médico cirujano en New Castle, en Delaware, ciudad que adoptó como residencia hasta su muerte. Era un hombre apasionado por los idiomas, con profundas inquietudes espirituales al punto de ser elegido Maestro Venerable de la Logia Masónica Saint Johns’s en 1855.

Presencia de Camille Pissarro en Venezuela

La obra temprana del reconocido pintor impresionista Camille Pissarro se desarrolló precisamente en Venezuela. Procedente de Charlotte Amalie, capital de Saint Thomas, colonia danesa perteneciente a una de las Islas Vírgenes, Pissarro llegó al país junto con el artista danés Fritz Melbye en noviembre de 1852. La experiencia en Caracas fue de estímulo e intercambio recíprocos que dio lugar a una labor artística muy prolífica para ambos.

Vanguardia en Rusia (III). El constructivismo de Vladimir Tatlin

Hacia 1920 el artista ruso Vladimir Tatlin proyectó una torre metálica en forma helicoidal que debía ser la sede de la “Tercera Internacional” en San Petersburgo. Debía tener 400 metros de alto y superar a la Torre Eiffel en París. Su posición inclinada desafiaba la escala y también la ingeniería. En su interior debían construirse cuatro estructuras de vidrio con formas distintas: un cubo, una pirámide, un cilindro y media esfera. Esta torre nunca se construyó pero sus maquetas quedan como emblema de uno de los movimientos más interesantes del arte moderno en ese país: el constructivismo.

Vanguardia en Rusia (II). El suprematismo

En 1915, Kasimir Malevitch (1878-1935) escribió, con la colaboración del poeta revolucionario ruso Vladimir Maiakovski, el Manifiesto que dio origen al suprematismo. En este documento propuso las pautas esenciales de este movimiento pictórico. Luego, en 1920, amplió su contenido y fue editado como su obra teórica mayor bajo el título “El suprematismo como modelo de la no representación”. ¿Qué significa esto?

Vanguardia en Rusia (I). El rayonismo

A finales del siglo XIX y principios del XX, los artistas e intelectuales rusos tuvieron gran interés por las transformaciones culturales que estaban ocurriendo en Francia.

Formas arcaicas en formas modernas

La creatividad en el arte no tiene límite. A través del tiempo, los artistas han concebido innumerables obras con nuevas propuestas formales, técnicas y conceptuales. Podemos ver asimismo cómo también hay temas que se repiten y, sin embargo, las obras resultantes son diferentes porque cambian los estilos, las técnicas e inclusive las intenciones de los artistas.

Arte y ornamento (II). Arte hispanomulsumán. España

Se ha denominado con el nombre genérico de arte prerrománico a las manifestaciones artísticas producidas entre los años siguientes a la caída del imperio romano y el inicio del arte románico en el siglo XI. En otras palabras, al período que transcurre entre los siglos VI y X, todavía en la etapa denominada Alta Edad Media. No se trata de un estilo artístico definido, sino de una confluencia de culturas variadas que se dieron en ese marco temporal.

Arte y ornamento (I). Arte islámico.

El ornamento ha tenido a lo largo de la historia del arte enorme importancia no sólo como detalle significativo en obras figurativas sino como estudio de formas y patrones en manifestaciones abstractas. Uno de los ejemplos emblemáticos son los decorados en el arte y en la arquitectura islámica.

Arte abstracto, esoterismo y espiritualidad (III). Hilma af Klint

La obra de Hilma af Klint ocasionó un cambio importante en la historia del arte moderno. Sorprendió por muchos motivos. En primer lugar, porque esta artista realizó una obra abstracta antes de las primeras manifestaciones que los maestros Kandinsky, Mondrian y Malévich hicieran a partir de 1910 en adelante cuando irrumpieron en el panorama vanguardista europeo.

Arte abstracto, esoterismo y espiritualidad (II). Georgiana Houghton

Cuando en 1871 la New British Gallery expuso los dibujos en acuarela de Georgiana Houghton, el público quedó extasiado y a la vez perplejo ante lo que veía. Sin duda les resultó incomprensible encontrarse ante imágenes abstractas basadas en fluidos de colores con espirales y círculos superpuestos. Hubo desconcierto pero también profunda admiración.

Arte abstracto, esoterismo y espiritualidad (I)

Diversos historiadores y analistas del arte moderno han señalado que la aparición del arte abstracto a principios del siglo XX tiene como causa principal negar la representación de la realidad. De acuerdo con esto, los artistas de la primera década de siglo se centraron en preocupaciones netamente plásticas y formales tales como trabajar el color, la línea, la forma, y el modo como estos y otros elementos expresivos se relacionan en una composición.

Camille Claudel, la escultora proscrita

Camille Claudel murió en 1943. Sin embargo, su vida realmente terminó treinta años antes, en 1913, primero cuando falleció su padre, quien fue en el fondo la única persona que la comprendió, y luego cuando su madre la encerró en un manicomio de donde nunca más salió

El arte y las mujeres artistas

Convencionalmente se ha estudiado el arte clasificándolo según estilos y movimientos en función del momento de su creación. Se le crean etiquetas a partir de tendencias para determinar a qué tipo de arte nos estamos refiriendo. Un calificativo que llama la atención es el de “arte femenino”, apelativo que se le da a obras que tratan temas o conceptos que giran en torno a la mujer o que expresan aspectos femeninos según los modos de realización, técnicas y materiales. Otro apelativo es el de “arte fe¬minista”, término que se relaciona de algún modo con el activismo social.

“Land Art”. Arte de la tierra

Como su nombre en inglés indica, la corriente artística conocida como “Land Art” (“arte de la tierra”) refiere a las intervenciones que algunos artistas realizan a un paisaje para producir sensaciones estéticas y reflexiones en el espectador. Esta práctica comenzó a finales de los años sesenta del siglo XX y, aunque muchos artistas trabajaron de manera independiente, sin pretender crear un movimiento, adquirió relevancia y hoy se la considera una de las manifestaciones más importantes del arte contemporáneo. En el “Land Art” el soporte de la obra es el paisaje.

Arte, corporalidad y nuevos medios. Antonieta Sosa

El arte venezolano de los años sesenta y setenta del siglo XX experimentó cambios trascendentales tanto en forma como en concepto. De alguna manera ello determinó el paso de la modernidad a la contemporaneidad. La tradición abstracto-geométrica, tan pulsante e influyente en nuestro contexto plástico, siguió teniendo fuerte presencia y ello se trasluce no sólo en tendencias afines como el cinetismo, sino también, de manera reflexiva y a veces crítica, en el arte de artistas emergentes en esas décadas.

Arte, corporalidad y nuevos medios. Diego Barboza

La aparición de los primeros “happenings” y “performances” en Venezuela se remonta a los inicios de los años sesenta del siglo XX. Varios son los antecedentes que lo fundamentan: las acciones de carácter público del grupo El Techo de la Ballena caracterizados por su espíritu de rebeldía y fuerte carga ideológica; los primeros espectáculos multimedia y performances de Rolando Peña en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela; y ya, a finales de esa década, las estructuras participativas y performances de Antonieta Sosa.

Arte, corporalidad y nuevos medios. Rolando Peña

Uno de los criterios manejados en el arte contemporáneo ha sido rechazar la noción de obra de arte como objeto físico y material para centrarse en el concepto o en la acción. En consecuencia, se produjo un cambio en la noción de lo artístico: la obra se vuelve experiencia vivida por el artista y por el público que la presencia.

El Arco de Triunfo de París empaquetado

París volvió a ser escenario del esperado acontecimiento urbano proyectado por el artista búlgaro Christo Javacheff, o Christo como se le conoce, pues, el Arco de Triunfo fue finalmente empaquetado. Se realizó como previsto y estuvo a la vista del transeúnte desde el 18 de septiembre al 3 de octubre de este año, tal como fue anunciado. Esta acción fue ampliamente difundida en todos los medios internacionales.

Arte objetual y arte conceptual

El arte contemporáneo ha tenido variaciones radicales a partir de los años sesenta del siglo XX. Arte de difícil apreciación, aceptación e incluso comprensión. La idea misma sobre lo artístico es puesta en entredicho y es tema de reflexión.

Crítica y curaduría

La crítica de arte se materializa en la escritura. La curaduría se concreta en una exposición. En ambas actividades se requiere juicio, investigación, afinación de la mirada y, por supuesto, sensibilidad.

Calder en París y en Caracas

La visita que hizo Alexander Calder a Piet Mondrian en su taller en París, lo dejó a tal punto impresionado que ello dio un giro total a su obra artística. El hecho ocurrió en 1930, cuando pocos años antes todavía él pintaba obras figurativas, en particular, escenas de circo. El viaje a esta ciudad signó sin duda el rumbo que habría de tomar sus futuros proyectos artísticos.

Alexander Calder: del circo al arte en movimiento

Alexander Calder es un conocido artista abstracto cinético nacido en 1898 en Lawnton, Pensilvania. Desde niño, el arte no le era ajeno. Era hijo y nieto de escultores y de una madre pintora. La familia vivía muy modestamente, por lo que el niño Calder desarrolló enorme inventiva.

Los cuerpos translúcidos de Jonidel Mendoza

Jonidel Mendoza, nacido en 1975 en Maturín, estado Monagas, es un artista figurativo que trabaja la figura humana con materiales heterogéneos, razón por la que se lo sitúa en el llamado arte no convencional o de medios mixtos. No imita cuerpos humanos como los vemos en la realidad visible ni tampoco los representa, en términos escultóricos, con volumen, masa o materia.

Ana Jacinta Crespo Báez,“Ninón”

El humorismo ilustrado en Venezuela cuenta con dos artistas pioneras en las primeras décadas del siglo XX: Conny Méndez y Ana Jacinta Crespo Báez, esta última conocida como Ninón. Ambas publicaron sus caricaturas en importantes medios impresos, destacándose por su modernidad y respectivos talentos.

Luisa Richter: "Las hojas de mi diario".

En 2001 el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez, ubicado en la Avenida Bolívar en Caracas, realizó una exposición individual de la artista Luisa Richter. Entonces se presentaron sus hermosos collages, realizados entre 1961 y 1998, obras en papel intervenidas con recortes de gráficas y dibujos, que para ella eran “Las hojas de su diario”, frase que devino en título de la exposición.

Sonia Delaunay. Arte, diseño y moda.

En 2017 el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza realizó la exposición monográfica “Sonia Delaunay. Arte, diseño y moda”. Fue la primera muestra de envergadura que se realizó en Madrid de esta importante artista francesa de origen ucraniano. Ella es una de las pioneras, junto a Hilma af Klint y Sophie Taueber-Arp, del arte de vanguardia y de las artes aplicadas durante los años iniciales del siglo XX y décadas siguientes.

La autonomía creadora de Mercedes Pardo.

En 2007, dos años después del fallecimiento de la artista Mercedes Pardo, escribí una nota para la revista “Arte al día” en la que destaqué algunos de los aspectos más admirables de su obra. En ese entonces, lo primero que señalé fue su autonomía creadora, pues esto llama la atención considerando que fue esposa de Alejando Otero, un hombre que ejerció enorme influencia en el devenir del arte venezolano. En efecto, en 1950, en París, Mercedes permaneció silente pero solidaria ante las proclamas que los artistas inconformes escribían para la naciente revista “Los Disidentes”, en la que expusieron sus desacuerdos respecto a la enseñanza recibida en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas, además de su defensa del arte abstracto.

Sophie Taeuber-Arp: artista integral y diseñadora moderna.

En muchos libros de historia del arte se omite el nombre de Sophie Taeuber-Arp. Ella no fue sólo la esposa de Jean Arp, el reconocido artista dadá y posterior creador de esculturas orgánicas, sino que también fue una destacada arquitecta, pintora y escultora suiza, que realizó además diseño de interiores, de moda, de textiles, de objetos y de muebles.

El diseño en el Art Nouveau

Entre 1890 y 1910 se extendió por Europa el estilo modernista conocido como Art Nouveau, Belle Époque, Jugendstil, Modern Style, entre otros apelativos.

William Morris y su influencia en las artes aplicadas y el diseño moderno

Uno de los pioneros del diseño moderno en el siglo XIX fue William Morris. Arquitecto, diseñador de interiores, gráfico y textil, también fue pintor, editor de libros artesanales y novelista inglés.

Theo van Doesburg, artista, promotor y disidente

En el primer número de la revista “De Stijl” de 1917, Theo van Doesburg escribió que su intención al fundar ese medio difusor junto a Piet Mondrian era crear una conciencia estética moderna equivalente al espíritu moderno de la época y de sus medios de expresión.

La nueva plástica: Piet Mondrian y la revista “De Stijl”

En 1917 se fundó en Holanda un grupo y una revista llamada “De Stijl”, que se traduce como “El estilo”. Lo conformaron varios artistas, diseñadores y arquitectos, quienes junto a Piet Mondrian se adhirieron a sus principios creativos en sus diversos ámbitos de trabajo.

Gego. El espacio como tema

El arte abstracto geométrico forma parte de la tradición moderna del arte venezolano. Desde los años cincuenta a la actualidad, son muchos los artistas que han sustentado su obra en el color, la materia y la creación de formas a partir de la geometría.

La Bauhaus. Una moderna escuela de artes y oficios

La Primera Guerra Mundial fue cruenta y destructiva. Indujo una serie de cambios en la vida de los europeos. Se hizo pertinente superar los miedos y las heridas para fomentar la voluntad de reconstrucción tanto material como espiritual de los ciudadanos en todos los órdenes de su existencia.

Recordar a Miguel Arroyo

Se cumplen 100 años del nacimiento de Miguel Arroyo y 17 de su partida. Conviene hoy recordar su valioso aporte a la cultura venezolana.

Recuerdos de Carlos Cruz-Diez

En mayo de 2014 salió de imprenta el libro “Vivir en arte, recuerdos de lo que me acuerdo”. Se trata de las memorias de Carlos Cruz-Diez desde su infancia hasta sus años recientes en Francia.

Del "Almuerzo sobre la hierba" al "Almuerzo en el monte"

En 1863 Edouard Manet pintó un cuadro que causó escándalo: se trata de su famoso Almuerzo sobre la hierba, originalmente titulado El baño, obra que fue rechazada por el jurado del Salón Oficial de Arte de París.

Cristóbal Rojas y Arturo Michelena

Cuando Antonio Guzmán Blanco asumió el poder en Venezuela en el último tercio del siglo XIX, el arte, la arquitectura y el urbanismo tuvieron un importante desarrollo en el país. Ello ocurrió pese al talante autocrático que lo caracterizó.

"La miseria" y "La caridad"

Obras como La miseria de Rojas o bien La caridad de Michelena no sólo están hechas con extremo cuidado en los detalles, sino que despiertan esa reflexión en torno a qué tendencia del arte corresponden: ¿a una visión realista y objetiva de una situación o a una visión emotiva y sentimental acerca de esa misma situación?

"El abrazo" de Juan Genovés

En mayo pasado falleció Juan Genovés, uno de los artistas más prolíficos y comprometidos con la historia de su país. Nació en Valencia, España, en 1930. Su inclinación al arte se manifestó en su infancia y en buena parte se debió a los diversos oficios que realizaba su padre, quien fuera artesano, grabador de metales y decorador de muebles.

"El beso" de Gustav Klimt

Gustav Klimt nació en Baumgarten, Austria, en 1862. Fue un importante artista simbolista de fines del siglo XIX y representante del Art Nouveau y del expresionismo vienés en las primeras dos décadas del siglo XX

La "Esfera" Caracas, el Ávila y la acacia flamboyant

Se ha comentado en numerosas ocasiones que la abstracción geométrica venezolana tiene fuerte presencia en nuestras vidas debido a las monumentales obras urbanas que han devenido casi una marca-país.

Clara Diament Sujo: directora de Estudio Actual

A principios de mayo falleció Clara Diament Sujo. Su actividad fue relevante en el ámbito artístico en todo el continente americano.

Algo más sobre la monumental obra de Christo y Jeanne-Claude

La noticia sobre el reciente fallecimiento del artista búlgaro Christo Javacheff fuemuy comentada en la prensa y redes sociales. Ya habíamos hablado sobre su obra, realizada en conjunto con su esposa Jeanne-Claude, fallecida en 2009, en un relato anterior.

Duchamp y Picabia en Nueva York

En 1913 los artistas franceses Marcel Duchamp y Francis Picabia viajaron a Nueva York para participar en la Exposición Internacional de Arte Moderno, más conocida con el nombre de Armory Show.

"El beso automático" de Alfredo Ramírez: una mecánica de los afectos

Representar el cuerpo humano como una máquina fue un distintivo particular de las vanguardias artísticas del siglo XX. En 1912, Marcel Duchamp pintó su famoso Desnudo bajando una escalera. En esta pintura, un cuerpo es visto como una máquina en movimiento mediante la representación sucesiva de sus miembros.

"Los amantes" de René Magritte

La estadía del artista belga René Magritte entre 1927 y 1930 en París tiene importancia particular. En primer término, porque fue el momento oportuno para conocer el surrealismo francés y a sus protagonistas, en especial a André Breton. Incluso, Magritte participó con ellos en algunas actividades.

"El beso" de Constantin Brancusi

El escultor rumano Constantin Brancusi llegó a París en 1904, ciudad donderesidió hasta el fin de sus días en 1957. En ese entonces, Auguste Rodincontinuaba siendo el gran escultor del momento.

Paolo y Francesca según Dante y Rodin

Esta historia ocurrió en Italia, en el siglo XIII, y Dante Alighieri la refiere en el segundo círculo del Infierno en su Divina Comedia que es donde se encontraban los infieles.

"El beso de Eros y Psique" de Antonio Canova

Así lo han entendido poetas y artistas, y por ello es oportuno revisar, en éste y en próximos relatos, algunas obras en particular. Comencemos por Antonio Canova, escultor neoclásico nacido en Possagno, cerca de Venecia en el siglo XVIII. Este artista talló en piedra una escena plena de pasión cuando Eros, el dios griego del amor, abraza a su amada Psique.

Pintura galante y rococó

La Marquesa de Pompadour era, además de noble cortesana, confidente y amante del rey, una gran promotora cultural. No cabe duda de que tuvo en Francia un rol importante en la corte del rey Luis XV.

Christo y Jeanne-Claude. El arte de desafiar escalas

La pérdida de Jeanne-Claude en 2009, compañera inseparable del artista búlgaro Christo Vladimirov, no ha impedido que éste retome el rumbo iniciado con ella décadas atrás para seguir llevando a cabo sus descomunales proyectos urbanos.

El Teatro Baralt: primer escenario para el arte abstracto venezolano

La pasión por el teatro fue tan intensa que Miguel Antonio Baralt decidió en 1840 improvisar un espacio para tal fin en el solar de su casa en Maracaibo. Bajo su techo de enea se escenificaron muchísimas piezas y ello hizo que treinta y siete años después se decretase la construcción del llamado Teatro Baralt.

La Macolla Brote Creativo

Caracas es una ciudad de contrastes. Por un lado, conserva algunos vestigios deun pasado atribulado e intenso; por la otra, es sinónimo de una modernidad que durante muchos años fue ejemplo de crecimiento y desarrollo en el continente americano. Una de las zonas más populares y antiguas es La Pastora.

La inmolación de Antonio Ricaurte

Cuando Antonio Herrera Toro expuso sus obras en la Exposición celebrada con motivo del Centenario del nacimiento del Libertador en 1883, contaba apenas con veintiséis años. Ya había viajado a Europa en dos oportunidades, la primera becado por Antonio Guzmán Blanco, y la segunda, en ocasión de un encargo que le hiciera el arzobispo de Caracas, el doctor José Antonio Ponte, para ornamentar la Iglesia Metropolitana de Caracas.

Miguel Ángel. El arquitecto, el pintor

En 1508, bajo el mecenazgo del Papa Julio II, se le encomendó a Miguel Ángel Buonarroti, escultor, pintor y arquitecto, culminar la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Ésta fue iniciada por Donato Bramante, el gran arquitecto renacentista que falleció antes de ver culminada su obra.

Jerónimo Bosch, El Bosco entre el Paraíso y el Infierno

La obra del Bosco no se atiene a clasificación alguna. Su pintura representa el mundo imaginario de la Edad Media, llena de simbolismos y descripciones de un mundo onírico que oscila entre lo paradisíaco y lo descarnado, tal como es la naturaleza humana.

Miguel Ángel. El escultor

Miguel Ángel aprendió las técnicas de la escultura en el taller de Bertoldo di Giovanni, quien fuera alumno de Donatello. Estudió a los escultores de la antigüedad griega y romana, realizando minuciosos estudios de la anatomía humana.

Artes visuales hoy. Problemas para una definición

El arte contemporáneo es tan amplio y heterogéneo que el intento de una definición es ya un problema. Su naturaleza se torna compleja, pues ser contemporáneo supone un arte del presente, actual, pero lo cierto es que se viene desarrollando aproximadamente desde hace sesenta años y se manifiesta de múltiples maneras.

Elías Crespín. Un venezolano en el Museo del Louvre

El Louvre invitó al artista venezolano Elías Crespín a instalar una obra cinética que se mantendrá permanentemente en sus espacios. La obra se titulaOnde du midi y está ubicada en la escalera conocida, precisamente, con el nombre Midi (Mediodía). La pieza tiene 10 metros de largo, está compuesta por 128 tubos en aluminio suspendidos con hilos cuyo movimiento –en forma de onda– es inducido por motores. La intención es crear una experiencia contemplativa en los visitantes.

Carlos Cruz-Diez

Desde muy joven Cruz-Diez sintió especial fascinación por el color y por ello terminó siendo su tema fundamental. Observador agudo de la realidad, estudió a fondo cómo vemos el color, cómo incide en ello la luz y porqué su percepción es de carácter inestable. En esto se fundamenta el cinetismo de Cruz-Diez.

Jesús Soto: un venezolano universal

El 18 de octubre de 2019 se inauguró en el Museo Guggenheim Bilbao una gran retrospectiva del maestro venezolano Jesús Soto. La muestra se titula Soto. La cuarta dimensión y si bien se exhiben obras de cinco décadas de su producción, se destaca en particular aquéllas en las que el tiempo y el movimiento presentan interés especial.

"Las toninas" de Francisco Narváez

Hay hombres destinados a trascender en la historia. Francisco Narváez es uno de ellos. Tuvo una voluntad excepcional que le permitió tener una trayectoria artística consistente y fecunda, producto de un esfuerzo tenaz.

Artistas inmigrantes en Venezuela. Décadas del treinta al cincuenta

En las décadas del 30 al 50 del siglo XX, numerosos artistas extranjeros se establecieron en Venezuela. Sus aportes han sobresalido de tal manera que aseguraron su presencia en la historia del arte venezolano.

Artistas viajeros en Venezuela. Siglo XIX y principios del XX

Finalizada la Guerra de Independencia, hubo una apertura en las relaciones diplomáticas. Llegaron a Venezuela varias expediciones científicas y, con ellas, vinieron artistas que registraron nuestra geografía, fauna y flora, a través de ilustraciones y pintura de paisajes.

Oswaldo Vigas y Pablo Picasso

En 1954 Vigas visitó a Picasso en Cannes gracias a la intermediación del pianista Humberto Castillo Suárez. Luego de tres días de amenas conversaciones. Vigas regresó a París con la aprobación para exponer el Retrato de Madame D. en la Exposición Internacional de Pintura que se realizaría para conmemorar los 400 años de la fundación de Valencia, en la que Picasso participó "fuera de concurso" como artista invitado.

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Álvaro Mata

Cuarenta años de En torno al lenguaje

La primera edición de En torno al lenguaje, que consagró a Rafael Cadenas como uno de nuestros escritores más lúcidos, apareció hace cuatro décadas, en 1984, en la Colección Ensayo y Crítica de las Ediciones de la Dirección de Cultura de la Universidad Central de Venezuela, siendo galardonado al año siguiente con el Premio Nacional de Ensayo...

Baltasar Lobo en Venezuela

Receloso de los viajes como era, no fue necesario que Baltasar Lobo viniera a Venezuela para participar del proyecto de modernización de la ciudad de Caracas emprendido hace unas cuantas décadas, con unas esculturas que dialogaban con el discurso estético que comenzábamos a balbucear entusiastamente...

Una mujer llamada Carmen Millán

En Venezuela no escasean los artistas populares de sólidas obra y trayectoria, que merecen mucha más atención de la que se les ha dispensado, en vista de las potencias del inconsciente que sus trabajos revelan. Ese es el caso de Carmen Millán, una artista tan talentosa como poco estudiada.

La talla según Viviano Vargas

El artista artesano Viviano Vargas nació en el caserío de Canoabito, en el estado Carabobo, en 1917, y gran parte de su vida transcurrió en el campo, en una hacienda de café ubicada en las montañas cerca de Canoabo donde trabajaba como peón y capataz. La cercanía a la tierra le haría conocer sus secretos, la nobleza de las maderas y las bondades terapéuticas de las hierbas, con las que curaba, aderezada con rezos, “porque con remedio y con fe es que uno se sana”, decía. La música era su solaz. Fabrica sus propios instrumentos de cuerda para su diversión y la de los suyos y no había parranda en la que Viviano no participara con su ánimo festivo.

La alfarería de El Cercado

Ubicado a un par de kilómetros del pueblo de Santa Ana del Norte, en la Isla de Margarita, se encuentra El cercado, una comunidad alfarera con cinco siglos de tradición. La fantasía –y la lógica- sugieren que la solidez y calidad de la cerámica precolombina era tal, que resistió la llegada de los españoles, y que fueron ellos, precisamente, quienes supieron valorar su resistencia y durabilidad, incorporándola a su conquistadora empresa. Este encuentro generó un hermoso mestizaje, en el que nuestros aripo y platopié conviven con las ibéricas cazuelas o tinajas.

Las wuwas ye’kwana

La etnia ye’kwana (gente de curiara) o makiritare (hombres de río), habitantes de las riberas del Caura en el estado Bolívar, es conocida por la alta calidad técnica y estética de sus wapas, bancos de madera, rallos de yuca, canaletes y curiaras, entre otros objetos que nos atraen porque hacen vibrar en nosotros la tercera fibra de la que estamos tejidos a raíz del mestizaje: la indígena.

Miguel Arroyo y la cerámica, Miguel Arroyo entrevisto

De Miguel Arroyo sabemos que es el iniciador y animador del movimiento cerámico en Venezuela, que fundó la museología moderna entre nosotros, que dirigió el Museo de Bellas Artes de Caracas hasta llevarlo al más alto nivel de calidad, y que fue un docente de altísima talla. Esto lo sabemos de oídas, y también gracias a la biografía que del personaje hizo Diego Arroyo Gil, pues la discreta bibliografía publicada por Arroyo es hoy inhallable. Por eso es una noticia particularmente significativa la publicación de los libros Miguel Arroyo y la cerámica y Miguel Arroyo entrevisto.

El cuerpo según Armando Rojas Guardia

Una de las experiencias vitales más importantes en la vida y obra de Armando Rojas Guardia es la relación entre lo sagrado y lo erótico, entre la divinidad y el homoerotismo, persiguiendo “el contacto armonioso de las caricias, los arabescos del tacto uniendo también a los espíritus”, como anota en su ensayo Crónica de a memoria.

La Suite Vollard de Picasso en Caracas

Andréi Tarkovski vivió 54 años y legó siete películas imprescindibles: La infancia de Iván, Andréi Rublev, Espejo, Solaris, Stalker, Nostalgia y Sacrificio. Son filmes poco convencionales, extraños, que, en su conjunto, abordan el problema de la fe. El suyo es un cine profundamente religioso, que confronta la noción de Dios con nuestro fuero interno para dar cuenta del estado de la (in)sensibilidad del hombre, desde un punto de vista profundamente poético.

El Martirologio de Andréi Tarkovski

Andréi Tarkovski vivió 54 años y legó siete películas imprescindibles: La infancia de Iván, Andréi Rublev, Espejo, Solaris, Stalker, Nostalgia y Sacrificio. Son filmes poco convencionales, extraños, que, en su conjunto, abordan el problema de la fe. El suyo es un cine profundamente religioso, que confronta la noción de Dios con nuestro fuero interno para dar cuenta del estado de la (in)sensibilidad del hombre, desde un punto de vista profundamente poético.

El paisaje según José Antonio Quintero

El paisaje como motivo en la pintura venezolana se remonta al siglo XIX, cuando los llamados “pintores viajeros”, provenientes de Europa -Ferdinand Bellermann, Camille Pisarro o Anton Goering, entre ellos-, visitaron nuestra tierra, registrándola en magníficos apuntes y pinturas. A ellos se sumaría, en los comienzos del XX, figuras como Samys Mutzner o Nicolás Ferdinandov, quienes serían un vivo ejemplo de la pintura a plein air del Valle de Caracas con la gran montaña del Ávila al fondo, que tanto estimularía a los jóvenes del Círculo de Bellas Artes, y a quienes formarían luego la paisajista Escuela de Caracas.

Emerio Darío Lunar, el pintor de la frialdad glacial de Cabimas

En Cabimas, una costa minada de torres petroleras, nació en 1940 Emerio Darío Lunar, uno de los grandes inclasificables del arte venezolano.
Sin haber recibido instrucción previa, y guiándose por fotografías de revistas, pinta sus primeras telas, de una calidad sorprendente y con un discurso poco convencional. En lo sucesivo, Emerio Darío Lunar se zambullirá —y abismará— en fantásticas construcciones arquitectónicas plasmadas en perspectivas interminables. Las sensaciones de vacío, soledad, aislamiento y opresión son patentes, y la atmósfera enrarecida y misteriosa lleva al espectador a un espacio psíquico que le es familiar, porque lo ha entrevisto en sueños.

CCS-10. Arte venezolano actual

Entre octubre de 1993 y febrero de 1994 se presentó al público caraqueño CCS-10. Arte venezolano actual, una exposición que vino a sacudir, entre otras cosas, por su planteamiento —el uso de nuevos medios y lenguajes expresivos que tienen su eje en el concepto—, así como por las dimensiones monumentales de las obras mostradas.

Un icono llamado Caracas sangrante

No hay dudas de que Caracas sangrante es la obra más emblemática de ese “hacedor de imágenes” que es Nelson Garrido, porque desde el mismo momento de su aparición en el año 1993, pasó a formar parte del imaginario colectivo del venezolano.

Desenredando la red: la Reticulárea de Gego

No hay dudas de que la Reticulárea es la más espectacular de las obras de Gego: por sus dimensiones, por el juego envolvente que nos plantea al penetrar en ella, por lo sugerente de su propuesta, por su transparencia y misterio. Y así se comprueba, desde la reflexión propiciada por la palabra, al leer Desenredando la red: la Reticulárea de Gego, una antología de respuestas críticas, libro publicado en 2013, por el Museo de Bellas Artes de Houston (ICAA) y la Fundación Gego de Caracas, que recoge sesenta y cinco textos críticos —ensayos, entrevistas, reportajes, cartas y poemas escritos entre 1969 y 2011— referidos a esta magna pieza.

Las Sabiduras de Gego

Fue Gertrud Goldschmidt una mujer de discreto hablar, parco, preciso: “Yo no sé conversar, y además mi castellano…”, dijo en una entrevista quien llegaría a Venezuela a los 27 años de edad proveniente de su natal Alemania. Y las pocas declaraciones públicas que ofreció se referían, escuetamente, a su obra. Por eso constituyó un suceso particularmente significativo para el mundo de las artes visuales la publicación en el año 2005 del libro Sabiduras y otros textos de Gego.

El “Nuevo Humanismo” de Alirio Rodríguez

Frente al protagonismo de la tecnología en nuestros días y la masificación de la inteligencia artificial, e inmersos en un mundo donde lo humano queda relegado a lugares cada vez más recónditos, es oportuno revisitar la obra de Alirio Rodríguez.

Rafael Cadenas: la palabra como posibilidad

La relación palabra-vida, cómo una puede conducirnos a la otra, acaso revelarnos el camino hacia la realidad, ocupa un lugar central en la obra de Rafael Cadenas.

La poesía silenciosa de Rafael Cadenas

Rafael Cadenas ha dicho en una entrevista: “Mi poesía busca en cierto modo una relación distinta con la realidad, una relación que no la empañe, que la deje ser”.

Armando Rojas Guardia y Rafael López Pedraza

Los ensayos de Armando Rojas Guardia no rehúyen las referencias a las experiencias psicóticas padecidas por su autor; al contrario, son uno de los componentes principales de sus textos en prosa.

Las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes

Miguel de Cervantes no sólo fue autor de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, novela fundacional del género, sino también de algunas deliciosas novelas “menores” que no tienen pérdida, a las cuales “Heles dado el nombre de Ejemplares, y si bien lo miras no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo provechoso”, como anota en el Prólogo.

Armando Rojas Guardia, los libros y Dios

Je suis moi-même la matière de mon livre”, anotó alguna vez Michel de Montaigne, padre del género ensayo. Y esta máxima es cabalmente aplicable al libro Crónica de la memoria, de Armando Rojas Guardia, un texto sincero hasta el extremo, conmovedor hasta el hartazgo, poseedor de una ética inquebrantable, como pocos en el panorama literario venezolano.

La Villa Planchart de Gio Ponti, “una gran mariposa en la cima de la colina”

Fueron Armando y Anala Planchart una próspera y distinguida familia venezolana, cuyo buen gusto y pasión por la arquitectura motorizaron la construcción en Caracas de la “Villa Planchart”, también conocida como “El Cerrito”, obra del célebre arquitecto italiano Gio Ponti, considerada una de las diez casas más importantes de la modernidad.

El Romancero gitano de Federico García Lorca

Sin temor a equivocarnos, acaso sea el Romancero gitano el libro de poemas más leído de Federico García Lorca, éxito de público en 1928, año de su publicación, y clásico indiscutible casi un siglo después.

Armando Reverón y la pintura “verdaderamente venezolana”

En 1921, teniendo 32 años, Armando Reverón decidió establecerse definitivamente en Macuto, como lo aconsejó su amigo y mentor Nicolás Ferdinandov. Este retiro implicó un cambio de conducta al adoptar hábitos primitivos, apartándose cada vez más de la ciudad, a la que irá en contadas ocasiones.

Centro Simón Bolívar de Caracas

Aunque su construcción ocasionó la destrucción y mutilación de representativas edificaciones de la ciudad, como el Hotel Majestic o el foyer del Teatro Municipal, respectivamente, el Centro Simón Bolívar irrumpió en medio de la Caracas de los techos rojos y vino a convertirse en uno de los íconos indiscutibles de nuestra modernidad arquitectónica.

Museo Sacro de Caracas

Ubicado en las esquinas de Torre a Gradillas, en el costado sur de la Catedral del centro de Caracas, se encuentra el Museo Sacro, un oasis cargado de misterio enclavado en la ruidosa ciudad.

Cementerio Los Hijos de Dios

Es innegable la fascinación que desde siempre han ejercido los cementerios en quienes aún estamos del lado de la vida. Quizá porque constituyen una zona donde la reflexión sobre la existencia se hace inevitable, pues todos, en algún momento, iremos a dar a estos lugares con nuestros blancos huesos.

Los Diarios de Alejandro Oliveros

Antes de que abundaran los diarios literarios de escritores venezolanos en nuestras librerías, desde hacía mucho que el poeta y ensayista Alejandro Oliveros venía publicando los suyos empecinadamente y en las editoriales más dispares. El primero apareció en el año 1996, y desde entonces hasta hoy son doce los volúmenes impresos que alimentan esa novela por entregas que es su vida.

Nicolás Ferdinandov en Venezuela

En el año 1919 llega a Caracas un personaje que vino a insuflarle entusiasmo a nuestros incipientes e inquietos artistas de entonces. Se trata de Nicolás Ferdinandov, pintor, orfebre, decorador, arquitecto e inventor.

Nuevo Circo de Caracas

A principios del siglo XX, la afición taurina entre los caraqueños era creciente, por lo que se hacía necesaria una renovación del decimonónico Circo Metropolitano, único escenario para estos fines.

“Las uvas del tiempo”, de Andrés Eloy Blanco

Si hay un poema que se ha convertido en emblema del fin de año en Venezuela ese es “Las uvas del tiempo”, de Andrés Eloy Blanco.

Museo de Arte Popular de Petare Bárbaro Rivas

Emplazado en el caso histórico de Petare, a dos cuadras de la Iglesia Dulce Nombre de Jesús, de las fundaciones Bigott y José Ángel Lamas, y muy cerca del Teatro César Rengifo, se encuentra el Museo de Arte Popular Bárbaro Rivas, poderoso imán cultural que constituye uno de los secretos mejor guardados de la ciudad.

Cruz Salmerón Acosta

Si hay un lugar de Venezuela indisolublemente ligado a la impronta de un poeta, ese es Manicuare, población de la Península de Araya en el estado Sucre. En ese apartado lugar nació Cruz Salmerón Acosta en el año 1892, y allí vivió su infancia, entre el mar y la sal, con las faenas pesqueras y la fraternidad de la gente de su pueblo como espectáculo cotidiano.

La película perdida de Margot Benacerraf

Nacida en Caracas en 1926, Margot Benacerraf estudió Filosofía y Letras en la antigua sede de la Universidad Central de Venezuela, ubicada en el centro de la ciudad. Al poco tiempo marcharía a Nueva York, donde se enamoró del cine, y luego a París, donde lo estudió a profundidad en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos.

Un milagro llamado Camerata de Caracas

En la Avenida Zuloaga de la urbanización Los Rosales, en una imponente y acogedora casa cargada de historia, la Quinta Artemisa, se encuentra la sede de uno de los lugares más fascinantes de la Venezuela culta, corazón de la música antigua en Latinoamérica: la Fundación Camerata de Caracas.

Elisa Lerner, maestra de la crónica

Cronista de excepción y autora de inolvidables piezas de teatro, Elisa Lerner nace en Valencia en 1932, y desde muy temprana edad parece revelarse su inclinación por la escritura.

Figurativos versus abstractos: polémica entre Miguel Otero Silva y Alejandro Otero

En la década de los años 50, la figuración plástica, de marcada impronta paisajista y de temática realista social influenciada por el muralismo mexicano, era la tendencia en boga en el arte venezolano, por lo que la novísima no-figuración, embebida del abstraccionismo geométrico europeo, conseguía una fuerte barrera entre nosotros, a pesar de la brecha abierta por el grupo Los Disidentes, que comenzó a abonar el terreno para su aceptación.

Los Disidentes

Los Disidentes:Para la década de 1940, los estilos pictóricos que dominaban en Venezuela eran el paisajismo tradicional y el realismo social, cuyo origen se encuentra en el muralismo mexicano, y que se centraba en los conflictos sociales, en el hombre y la tierra.

Teatro Municipal de Caracas

Inicialmente conocido con el nombre de Teatro Guzmán Blanco, el mandatario que ordenó su construcción, el Teatro Municipal de Caracas se inauguró en el año 1881, según proyecto del arquitecto francés Esteban Ricard y modificaciones realizadas por el ingeniero venezolano Jesús Muñoz Tébar, en los terrenos que ocupara el Templo de San Pablo, en la zona de El Silencio.

Los "Objetos mágicos" de Mario Abreu

Nacido en Turmero, estado Aragua, en el año 1919, Abreu creció rodeado de la magia proveniente de los sincréticos altares religiosos a los que se asomaba, curioso, en casa de su madrina iniciada en el culto de la santería

"El séptimo sello" de Ingmar Bergman

Su historia se ambienta en la Edad Media. Antonius Block, encarnado por el inolvidable Max von Sydow, vuelve a su natal Suecia luego de pelear durante 10 años en una de las tantas Cruzadas que el hombre ha acometido. En su terruño, y en toda Europa, la peste negra está aniquilando a la población, y él no es la excepción, pues en los primeros minutos del film se le aparece la figura de la Muerte, pálida faz y capa negra, para llevarlo consigo. Su tiempo ha sido cumplido.

La Concha Acústica de Bello Monte

También conocida con el nombre de “José Ángel Lamas”, la Concha Acústica se inauguró en 1954 en los terrenos de la naciente urbanización Colinas de Bello Monte, impulsada por el mecenas Inocente Palacios, quien donó a la comunidad los 18.000m² de terreno que ocupa la obra.

"El limonero del Señor", de Andrés Eloy Blanco

Cuenta la tradición popular que, andando en peregrinación, al llegar a la esquina de Miracielos, la corona de espinas y la cruz del Nazareno se enredaron con las ramas de un limonero que asomaba a la calle desde el muro de una casa.

La Gripe Española de 1918

No son pocas las veces que la humanidad ha testimoniado la aparición de la "influenza" o gripe, uno de los virus más antiguos y mortales. Pero la más catastrófica de todas tuvo lugar en el año 1918 y se conoció como “gripe española”.

La peste según Giovanni Boccaccio

Según nos informa Carmen Clemente Travieso, “el año de 1696 se desata en Caracas una peste de vómito negro que duró 16 meses consecutivos”. Aunque no se registró el número exacto de víctimas, sabemos por las crónicas de la época que las criptas de lasiglesias eran insuficientes y que se improvisaron camposantos a cielo abierto.

Héctor Poleo, onírico y poético

Nacido en Caracas en 1918, resulta cuanto menos paradójico que este icono de la pintura venezolana perdiera la visión del ojo izquierdo a los 6 años de edad en un accidente. Sin embargo, esto no hizo mella en su temprana vocación por la pintura, y más tarde Poleo se inscribió en la Academia de Bellas Artes, donde iniciaría su formación.

La terredad de Eugenio Montejo

Aunque siempre se le ha vinculado a Valencia, ciudad donde vivió durante muchos años, Eugenio Montejo nació en Caracas en el año 1938. Fue profesor universitario, gerente literario de la editorial Monte Ávila, y miembro del cuerpo diplomático venezolano, lo que le permitió viajar a Portugal y conocer in situ la obra de Fernando Pessoa, de tan marcada impronta en la suya.

Defensa de la lectura, por Pedro Salinas

Pedro Salinas fue uno de los miembros de la Generación de 1927, imprescindible grupo de escritores que vendría a dar lustre a la literatura española, y en la que se encontraban figuras de la talla de Federico García Lorca, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre, por solo nombrar algunos.

Emerio Darío Lunar

En una costa minada de torres petroleras, nació el 27 de enero de 1940 en el Barrio Las Cabillas, de Cabimas, Emerio Darío Lunar, uno de los grandes inclasificables del arte venezolano.

Venezuela en la Bienal de Venecia

Fue en el año 1895 cuando se realizó la primera Exposición Internacional de Arte de la ciudad de Venecia, Italia, con ánimos de estimular la creación plástica. A partir de entonces, el evento se repitió cada dos años (de allí su nombre de “bienal”), con miras a la “elevación de la cultura y del gusto por el arte y por su valoración”, según uno de sus principios fundacionales.

El Círculo de Bellas Artes de Caracas

A principios del siglo XX, el único centro de enseñanza del dibujo, la pintura y la escultura que existía en Venezuela era la Academia de Bellas Artes, dirigida por Emilio Maury.

Graziano Gasparini

Arquitecto, profesor universitario, fotógrafo, historiador de la arquitectura y pintor, Gasparini llegó a Venezuela proveniente de su natal Italia en el año 1948. El motivo de su visita al país fue invitar a las autoridades locales a participar en la Bienal de Arte de Venecia, en cuyos pabellones expositivos trabajaba como restaurador.

Ciudad Universitaria de Caracas

¿Sabes que una de las obras arquitectónicas más importantes de todo el mundo se encuentra en nuestra atribulada Caracas? ¿Conoces ese museo al aire libre con creaciones de los más renombrados artistas nacionales e internacionales, concebido bajo el concepto de “Síntesis de las artes”? Por supuesto que estamos hablando de la Ciudad Universitaria de Caracas, albergue de la Universidad Central de Venezuela.

"La flauta mágica", de Mozart

A simple vista, la obra parece un cuento de hadas, pero críticos e historiadores de la música han visto en el cargado simbolismo de la pieza, la condición masónica del propio Mozart. Desde esta óptica, muchas de las referencias al antiguo y misterioso culto presidido por Sarastro que conseguimos en la ópera, son alusiones vedadas a la masonería, prohibida en Viena al momento de estrenarse La flauta mágica.

Constantino Cavafy, un griego de Alejandría

Considerado el renovador de la poesía griega en la contemporaneidad, es una paradoja que Constantino Cavafy no haya nacido en Grecia sino en Alejandría, Egipto, en 1863. Cavafy solo publicó dos pequeñas plaquettes, y circuló sus poemas impresos en hojas volantes, que hacía llegar a sus amigos y lectores interesados.

Rafael Cadenas y Guillermo Sucre, Doctores Honoris Causa

En Venezuela, el pasado 7 de febrero de 2020, la Universidad Simón Bolívar otorgó el doctorado honoris causa a Rafael Cadenas y a Guillermo Sucre, dos de nuestros poetas, ensayistas y pensadores más sólidos. Sus obras son referencia fundamental de la tradición poética venezolana, y sus reflexiones constituyen un faro iluminador para generaciones enteras.

Arte de vanguardia: El Techo de la Ballena

El Techo de la Ballena es el más recordado movimiento vanguardista de la década de los 60 en Venezuela por su abierta provocación y espíritu anárquico. Estuvo conformado por artistas plásticos y escritores de renombre y, hoy en día, sus publicaciones son objetos de museo.

Un místico llamado Bárbaro Rivas

Bárbaro Rivas fue, desde banderero del ferrocarril de Petare hasta fabricante de cruces para tumbas. A la par de estos oficios, pintaba sin pretensión algunas imágenes sobre planchas de latón.

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Humberto Ortiz

Los Daimones

La tradición griega -las creencias del pueblo potenciadas por la reflexión- hizo siempre referencias a potencias que involucraban lo humano en los asuntos divinos. En Homero, los daimones se asemejan a los dioses y se identifican con el hado. Escritores posteriores forjarán una noción de estos seres populares, que detallará sutilmente las variantes mitológicas de la cultura helénica.

La cara de la luna: el mito de Sila

En la última parte de Sobre la cara visible de la luna de Plutarco, el personaje Sila interrumpe los comentarios sobre los posibles seres oriundos de la luna, para contar el relato prometido. Nos enteramos que procede de Cartago y que repetirá lo narrado por un viajante que decía haber servido a Crono por treinta años, en la apartada isla donde había sido recluido por mandato de Zeus. Este extranjero había llegado a la ciudad para recuperar unos pergaminos mistéricos extraviados. Su palabra incitaba a valorar la sacralidad de la luna como señora de la vida y de la muerte.

La cara de la luna II

Los dialogantes en Sobre la cara visible de la luna de Plutarco asumen, tras un largo paseo, que la condición de la luna es térrea. Las manchas sobre su superficie serían ocasionadas por las muchas irregularidades que hay en su cuerpo, es decir, por la cantidad de simas o abismos que lo conforman. Cada zona ha de tener su propio límite y profundidad, por lo que los rayos solares que se reflejen en ellas se exponen a un cruce de luces desiguales que perfilan las sombras que vemos en los plenilunios.

La cara de la luna

El escrito del que hoy hablaré reproduce un diálogo de intelectuales de distintas disciplinas. Las diatribas intentan aclarar las supuestas verdades reconocidas por distintas tradiciones; disputas que generan emociones y animan a los oponentes a plantear nuevas controversias. La reconocida Editorial Gredos lo titula Sobre la cara visible de la Luna, ya que el tema versa sobre las sombras que vemos en la superficie lunar las noches de plenilunio.

Plutarco

Lucio Mestrio Plutarco, fue un escritor griego nacido en la ciudad de Queronea, en Beocia, y fue, además, sacerdote apolíneo en Delfos, en Fócida. Es conocido por su amplia variedad de escritos con los que legó a la posteridad un compendio ilustrado y completo de la cultura mediterránea antigua.

Los seguidores de Orfeo

Los cantos de Orfeo nacieron del infructuoso viaje a las oscuridades infernales, que lo dejó siete días inapetente, alimentado por el pesar y el dolor a orillas del Averno. Una profunda pena fue el impulso fundante de su legado poético, donde los padecimientos, los horrores y los temores ante la muerte, gestaron una manera distinta de percibir la tradición mitológica...

El dios niño y los Titanes

Al nacer Zagreo, el primer Dioniso, Zeus lo designa como su sucesor. Las Rapsódicas órficas contaban que el “dulce niño” asume inmediatamente los atributos paternos y se sube sólo al trono.

Teogonías órficas

Las teogonías griegas trataban sobre el origen de los dioses y su organización para establecer el orden natural. Para los poetas teólogos (theológoi), la jerarquía divina era fundamental para cualquier explicación sagrada que intentara fundamentar las creencias culturales.

Hijo de Apolo y oficiante de Dioniso

La leyenda de Orfeo está repleta de matices que hablan de un hombre que fue portador de una sabiduría particular para relacionarse con las fuerzas y los misterios de la naturaleza. No fue solo un poeta o un músico, su ímpetu trascendió profusamente los asuntos teológicos. Los cantos atribuidos a Orfeo, las historias que de él se narraban, intentaron bordar una manera nueva de concebir el paso humano por la existencia.

Orfeo y su magia

Las facultades de Orfeo ofrecieron, dentro del sincretismo cultural del Mediterráneo imperial antiguo, la imagen de un héroe que, distinguido de los valores guerreros tradicionales, era capaz de asumir los retos más complejos en interacción con las fuerzas divinas y los oscuros misterios mundanos.

El último viaje de Orfeo

Cuentan que el pesar, el dolor y las lágrimas fueron los alimentos de Orfeo tras la pérdida definitiva de su amada. Sin posibilidad de consuelo, el vate se alejó de toda compañía femenina y sus invocaciones matutinas, retirado en las montañas, honraban exclusivamente las bondades de Apolo. La íntima soledad y el desconsuelo marcarían una triste vejez.

Los viajes de Orfeo con los argonautas

La leyenda de Orfeo se remonta a la arcaica saga argonáutica, cuando los primeros héroes navegaron hasta los confines del mundo en pos del Vellocino de oro, a bordo de la rápida Argo. La nave tenía el don del habla gracias a un madero del oráculo de Dodona, el más antiguo de Grecia, que la diosa Atenea insertó en la proa. La aventura gira en torno al encuentro entre el gallardo Jasón, al mando de la expedición, y Medea, la hermosa hechicera de mirada oscura.

Los viajes de Orfeo: el paso por el averno

La habilidad poética fue considerada por la tradición griega como una gracia que cantaba las intenciones divinas que signaban los padecimientos temporales; con Orfeo, la asunción de tal privilegio colocó esa resignación trágica en un nuevo estado. Desde su mito, la palabra cantada supuso una elevación espiritual que reconocía y aceptaba la inspiración revelada en la íntima soledad del dolor. Su historia impulsó en la antigüedad, de manera críptica, el cuidado humano ante los oscuros designios de la vida temporal.

Las cosas de Orfeo

Orfeo era un cantor que, asistido por la lira, amansaba a las bestias, detenía el curso de las aguas, hechizaba las duras peñas de los montes y seducía a los dioses. Sus padres, dicen las fuentes, eran el rey tracio Eagro y la musa Calíope; aunque muchas historias lo nombran como hijo de Apolo. Su humanidad mítica tendrá un significativo valor en el camino espiritual y metafísico de la cultura griega. Las cosas de Orfeo, sus misterios, remitían a una variada serie de leyendas con contenidos enigmáticos que, desde un callado sentido, alimentaban la creencia en la inmortalidad del alma, transitoriamente sepultada en el cuerpo.

Dionisio en Delfos

Plutarco, sacerdote délfico del siglo I, escribe que durante el invierno el santuario es llevado por Dioniso, ya que Apolo se va a los hiperbóreos hasta el verano. La presencia del dios del poderoso bramido -nos aclara- no es menor que la del que hiere de lejos. Hoy se dice que los ritos dionisíacos heredaron una antiquísima tradición en Delfos, anterior a la instauración apolínea. El dios nacido del muslo de Zeus, pudo haber sido criado por las ninfas y los sátiros en las cuevas y las fuentes del monte Parnaso.

El oráculo de Delfos

El trípode fue para los griegos antiguos un objeto de uso cotidiano que daba prestigio a quien lo poseyera. Aunque fuese un simple soporte de tres patas para un caldero donde se calentaba agua, era suficientemente importante como para aparecer en los textos homéricos entre los premios de las competiciones públicas. El valor de los bienes de prestigio lo determinaba el material con el que estaba hecho, su historia y el uso sagrado que de ellos podía hacerse. No obstante, aparte del uso ordinario que los mismos dioses podrían tener de un trípode, la vinculación de ese objeto con lo divino sólo parece sustentarse por su empleo en los rituales del oráculo de Delfos que comenzaron a conocerse a finales del siglo VIII a. C.

Delfos: ombligo del mundo antiguo

La mitología griega cuenta que el rey de los cielos hizo volar a dos águilas desde extremos opuestos de la tierra; las aves se encontraron sobre un paisaje severo y agreste en el Parnaso. Allí, el implacable Kronos devolvió la piedra que la madre de todos los dioses, Rea, le había dado cuando quiso devorar a su hijo Zeus. La roca, que tenía forma de cúpula alta, se la conoce como ónfalos (όμφαλος) que en griego significa ombligo. En ese lugar se levantó el oráculo más influyente de la antigüedad, el de Delfos, que se convirtió -según Pausanias- en el centro cósmico del mundo donde la comunicación entre los hombres, los muertos y los dioses era posible.

De las cosas naturales

Desde que la cultura griega asumió la actividad contemplativa como la natural generadora de reflexiones, la polémica sobre los dioses y su participación en los asuntos mundanos quedó abierta. Los filósofos intentaban siempre articular esa relación. El pensamiento antiguo legó a la posteridad la noción de que el cosmos visible, la realidad, se sostenía sobre evidencias de calibre intelectual que en el mismo orden físico quedaban manifiestas.

Vida contemplativa y resignación

Los pensadores, a finales de la antigüedad, admitían que contemplar el orden del mundo, aprender a admirarlo, ofrecía la posibilidad de asumir anímicamente una manera de cumplirse el principio activo natural. La providente armonía que sostiene y administra el universo, a pesar de sus constantes y a veces violentos cambios, era la imagen que el alma personal estaba llamada a seguir.

La vida contemplativa de los terapeutas

En el siglo I aparece en Roma un tratado que explicaba que la vida contemplativa, tan valorada por la filosofía, había sido, desde antiguo, abrazada por los hijos de Israel, como una facultad propia que los acreditaba como verdaderos sabios. El escrito comenta la vida de un grupo de creyentes del dios único establecidos a las afueras de Alejandría, aunque asegura que existían grupos similares en distintas zonas rurales, alejados de la vida urbana.

Contemplación y fe

El mundo antiguo occidental cambió bajo el poder imperial de Roma. La cultura buscaba una perspectiva universalista que abarcara las variantes humanas que habitaban en ambos lados de las costas mediterráneas hasta el Mar Muerto, y las tierras que se extendían hasta el Mar del Norte.

Contemplación y unidad de pensamiento

Platón había valorado lo verosímil como un acercamiento a lo ideal entendido como principio sustancial de todo. Aristóteles ligó esa idealidad a una reflexión lógica, semejante a una visión divina. La placentera contemplación fue asumida como fuente de las posibles verdades. La reflexión abierta por la visión suponía un sentido de la existencia desde las Intensiones anímicas despertadas por la realidad. Se trataba de transformar la contemplación sensible en conocimiento y hacer de la meditación imaginaria una noción verosímil que pudiera aceptarse como sabiduría.

(IX) Contemplación, verdad y lenguaje

Los estoicos reconocieron los límites de la intencionalidad del saber humano. La razón cósmica es infinita y su fuerza constante, inaprensible. La escuela estoica criticaba la pretensión de los filósofos de comprender plenamente la existencia, en vez de simplemente realizar lo que naturalmente cada humano está llamado a hacer: vivir sus circunstancias lo más tranquilamente posible.

(VIII) El encanto contemplativo y la apatía

La contemplación se impuso como la actividad que ofrecía una inteligencia lúcida que ninguna corriente filosófica supo rechazar. Con el pensamiento estoico, que desde el siglo III. a. C. fue conquistando adeptos, la vida contemplativa se hizo indispensable, pues permitía el manejo racional de las vicisitudes propias del vivir cotidiano.

(VII) Contemplación, teoría y religión

La actividad contemplativa, que el pensamiento había asumido como la atenta observación que admitía una reflexión verosímil sobre la existencia, a finales del mundo helénico se comienza a resaltar, cada vez con mayor énfasis, como una visión del alma que le permitía librarse de los padecimientos mundanos.

(VI) Verosimilitud, ficción y necesidad

Para Aristóteles (384 a. C - 322 a. C) el placer contemplativo nos acerca a los dioses y nos distingue de los animales. Al asumir la natural admiración contemplativa, el humano dilucida, medita y logra entrever los principios de la existencia. El contemplar permite vislumbrar lo verosímil, lo que podría ocurrir en la vida práctica y, además, lo que podría aclarar las causas de ese ocurrir. Esta posibilidad reflexiva del sutil placer contemplativo ayuda a dar un sentido al vivir humano.

(V) El placer vital

El placer lo presenta Aristóteles como “una actividad de la disposición de acuerdo a su naturaleza” (1153a 13) que acompaña en muchas otras actividades, sean corporales, sociales, políticas o intelectuales. Cada placer tiene su finalidad en el mismo acto placentero. Hay, por supuesto, muchos tipos de placeres y entre ellos pueden acercarse o repelerse; pero por su naturaleza, todo placer reclama su propio cumplimiento.

(IV) La actividad divina

Toda actividad (enérgeia) la entiende Aristóteles (384-322 a. C) como “la existencia plena de la cosa y no del modo en que decimos que está en potencia”. (Metafísica 1048a 25-1048b 37) Sí asumimos que el movimiento (kínesis) es el estado mismo de las cosas en la tierra, siempre en posibilidad de realizarse, una actividad real sería cuando anunciara su particular manera de participar en el mundo, esto es, cuando se hiciera naturalmente un hábito.

(III) De vita contemplativa (Bíos theoretikós)

Con la noción de vita contemplativa, el latín recogió el espíritu universalista de la cultura griega y cimentó el pensamiento religioso-humanista, que se había venido gestando alrededor del mediterráneo. Su valor había sido exaltado por el pensamiento platónico-aristotélico, que la consideraba la digna actividad de los pensadores.

(II) Humanidad, lenguaje y arte: visiones

El tema de la percepción humana y su interés por encontrar un sentido que encauce la realidad de la existencia ha sido el inductor, el corazón, del saber. Cualquier versión de sabiduría, por pragmática que sea, se levanta desde la actividad contemplativa con la que nos involucramos a los fenómenos.

(I) Contemplar, oír el vacío

A simple vista la naturaleza, su talante, parece decirnos algo que, ante el bullicio de nuestros hábitos, no logramos precisar. Sus apariencias dan placeres o disgustos; con ellas hemos tratado y hecho nuestras elecciones; desde sus maneras se han construido nuevas cosas y, muchas veces, las hemos ignorado o sustituido por nuestros artificios. Las formas se ofrecen a nuestro uso: las sentimos, las guardamos en imágenes voluntarias o involuntarias, las interrogamos, las dudamos, las olvidamos; por ellas, especulamos, soñamos y hasta intentamos aclarar nuestro transitar vital, nuestras intuiciones de verdad.

Cristianismo oriental e imperial en Ravena

Justiniano I (483-564) fomentó la unión del Estado y la Iglesia para centralizar el poder de un verdadero césar; consideraba que el imperio era una unidad administrativa establecida por Dios, y el emperador, el líder de esa verdad mundana.

Cristo en la Iglesia san Vital de Ravena

En el siglo V, la polémica sobre la doble naturaleza de Cristo se avivó cuando, en el 448, surgió el monofisismo que negaba la distinción entre lo divino y lo humano de Jesús; defendía que en él, ambas naturalezas formaban otra distinta y única. La doctrina fue aceptada por algunos cristianos de Alejandría que, tras la disputa con el Nestorianismo que negaba la divinidad de María y diferenciaba al Jesús hombre del Jesús Dios, se empeñaban en afirmar la íntima unión de las dos naturalezas del Señor.

Iglesia san Vital de Ravena

En el 527 fue coronado, en Constantinopla, Justiniano I (483-565), quien asumió ser el sucesor de los césares romanos y, por tanto, el soberano de todo el imperio, aunque varias provincias estuviesen, temporalmente, bajo el gobierno de los vasallos traidores; con estas ideas decide, en nombre de la verdad cristiana, restaurar el antiguo poder de Roma. En el 540, su ejército depone a los ostrogodos de Ravena, quienes los siguientes años reconquistan brevemente la ciudad, para, en el 552, volver a caer definitivamente ante las fuerzas del cristianismo imperial.

El baptisterio neoniano de Ravena

Los evangelios destacan a Juan Bautista como el profeta que ofrecía a los creyentes en la inminente llegada del mesías, un baño en el río Jordán. Ese rito era signo de la conversión del alma para recibir la “buena nueva”. La vida pública de Jesús de Nazaret se inicia cuando, con humana humildad, se hace bautizar por Juan.

El baptisterio arriano de Ravena

El baptisterio arriano fue hecho entre finales del siglo V y principios de siglo VI, bajo la orden del rey ostrogodo Teodorico (454-526), quien tomó a Ravena en el 493.

Cristo, el buen pastor.

La imagen del buen pastor es un referente bíblico que se reprodujo en las paredes de las catacumbas, en los sarcófagos, en los relieves, en esculturas, en pinturas, en mosaicos, y se hizo, para la historia del arte, la imagen representativa del cristianismo romano.

Un cielo paleocristiano

En el año 395, tras la muerte de Teodosio El Grande (347-394), el imperio romano se separó definitivamente. El lado oriental lo heredó su hijo Arcadio (377/378 – 408), de 17 años; el occidental, Honorio (384-423), de 11. Ambos de su matrimonio con Elia Flacila (¿?-385), a quien, por su defensa de la santísima trinidad contra el arrianismo, la iglesia ortodoxa la conmemora como santa.

La magia del teatro

Un comediante no es un simple disfraz que toca las emociones humanas para provocar sentimientos en una audiencia. Tampoco se trata de fascinar al espectador con juegos escénicos o con virtuosismos técnicos.

La imagen teatral

Participar en un evento teatral implica maravillarse ante la imaginación hecha cuerpo, ante la posibilidad de un sueño, de una irrealidad, haciéndose presente. En el teatro, asistimos al intento de una imagen de hacerse realidad concreta, para luego desvanecerse.

El estado poético: una sensibilidad esencial

La actividad filosófica representa para el poeta Paul Valéry (1871-1945) la íntima movilidad humana, donde queda manifiesta la propia inestabilidad del espíritu, necesitada siempre de alguna precisión que la contenga. Desde ahí plantea en sus escritos un acercamiento consciente a una actividad que pareciera justificarse en sí misma: la poesía.

La danza, poesía de la viva acción humana

El 5 de marzo de 1936 en París, en un prestigioso instituto de estudios históricos, durante el último gobierno de la Tercera República, entre las amenazas de una nueva guerra en Europa, el escritor francés Paul Valéry (1871-1945) pronuncia una conferencia sobre la danza.

De la libertad del espíritu

La historia se proyecta hacia la eternidad cuando los productos hechos por la humanidad son reconocidos como resultados parciales de una íntima actividad constante. Sólo bajo este mirar podremos tomar algo del invalorable tesoro que resguardan las artes, sugieren las reflexiones del poeta francés Paul Valéry (1871-1945).

Un poema es la imagen de la vida en su eterna verdad

Percy Bysshe Shelley (1792-1822), romántico inglés, confiere al poeta el rango de verdadero sabio. Aclara que la sabiduría poética no puede medirse por la habilidad metódica ni por el buen manejo de una técnica, sino por la capacidad natural de algunos para ser receptores de la armonía única que mantiene la existencia.

Beato, comentario iluminado al Apocalipsis

Beato era un monje del Monasterio llamado hoy Santo Toribio de Liébana, en Cantabria. En pleno avance musulmán por la Hispania medieval, él escribe un Comentario al Apocalipsis de San Juan en dos versiones: una en el 776, la otra hacia el 786. Desde comienzos del siglo X hasta el siglo XIII, este trabajo fue copiado en los cenobios hispánicos del norte y desde allí se difundió por los caminos de peregrinaje a Santiago de Compostela.

Cartas de Abelardo y Eloísa

Eloísa (1101-1164) tenía 18 años cuando conoce a Abelardo (1079-1142). Ella era reconocida en el reino por sus “conocimientos de las letras”. Él era un prometedor maestro de lógica y de teología de 39 años, cuyas lecciones eran muy solicitadas por la juventud parisina de 1118. El tío-tutor de Eloísa lo contrata, por insistencias del propio Abelardo, para encaminar las aptitudes literarias de la joven. Las clases pronto se convierten en encuentros amorosos.

El teatro y la peste

Antonin Artaud (1896-1948) compara el efecto de las artes escénicas con la peste. Usa como referencia el registro de un sueño del virrey de Cerdeña en 1720, quien anticipó el dolor y “los desastres morales y psicológicos” que provocaría la enfermedad, por lo que impidió que veinte días después un buque atracara en sus puertos.

Artaud y el teatro

Antonin Artaud (1896-1948) publicó El teatro y su doble en 1938. Las propuestas teatrales de este poeta, actor y director francés anunciaron un giro en la concepción del arte, y aún hoy parecen resonar en las posturas más contemporáneas.

El canto de "Las ranas", de Aristófanes

Lo particular de esta obra de Aristófanes es que en ella el autor utiliza los valores artísticos de los grandes poetas trágicos, Esquilo y Eurípides, como excusa dramática. Las virtudes de sus versos, son revisadas por el mismo Dionisio, a quien le urge decidir cuál de los dos cantores es imprescindible para sostener el beneficio anímico y cultural que la tragedia ofrecía a la ciudad de Atenas.

Filosofía y tragedia

La filosofía y la tragedia nacieron en Grecia profundamente relacionadas. Aristóteles cuenta que la filosofía se inicia con Tales de Mileto (624 – 546 a. C) en los albores del siglo VI a . C, y le atribuye a Tespis, (550-500 a. C.), en la segunda mitad del mismo siglo, haber sido el primer poeta en introducir un personaje para dialogar con el corifeo, quien era el principal bailarín y cantante de los coros que participaban en los ritos dionisíacos.

"La inspiración" de José Antonio Ramos Sucre

Yo me esforzaba en subir el curso de un río. No soltaba de la mano los remos de un bajel fugaz, fabricado de una corteza. Yo la había desprendido de un árbol independiente, familiar de las alondras y pregonero de sus flores virginales en una selva augusta, reflejada en el espejo del éter.

De la inspiración creadora

En nuestros tiempos, la inspiración dejó de demandar, como había sido desde siempre, el abandono de la voluntad para dejar hablar a las dioses. Se trata ahora de disponer la individualidad para que en su intimidad se abra un lugar propicio para el reconocimiento de “la otra voz”.

De la inspiración poética

La poesía, todavía en estos tiempos, conserva algo de su origen inspirado que la remite a antiquísimas formas de trato con lo sagrado.

Los inicios de la poesía

La noción de “poesía lírica” para hablar de unos cantos que proliferan en la antigua Grecia, es del siglo XV. Se referían entonces a una poesía cantada con la lira que estuvo a medio camino entre la poesía épica y la dramática. Esos cantos no se ocupaban de narrar las historias míticas; trataban más bien de los afectos de una voz cantante.

Los orígenes de la comedia

El teatro floreció en las ciudades griegas entre el 550 y el 220 a. C. En los primeros tiempos, la comedia no gozaba de la misma protección oficial que la tragedia, a pesar de que ambas estaban enlazadas desde los rituales dionisiacos, que seguían celebrándose en las zonas rurales. La comedia comenzó a formar parte de las fiestas anuales en honor al dios del vino, casi medio siglo después que los festivales trágicos.

Antígona: afecto y soledad

Nuestra cultura tiene en Antígona uno de sus emblemas más vitales. Se trata del personaje principal de una tragedia escrita por Sófocles (495 a. C- 406 a. C) y representada por primera vez en el año 441 a. C. En ella los afectos, sin negarse y sin coartarse, son propensos a acoger las diferencias y los desencuentros.

¿Para qué la lírica hoy?

La poeta alemana Hilde Domin (1909 – 2006) escribe: “El lírico nos ofrece una pausa en la que el tiempo está quieto. Es decir, todas las artes ofrecen esta pausa. Sin este detenerse para un quehacer de otra especie, sin la pausa en la que el tiempo está quieto no se puede suponer el arte, ni se lo puede comprender ni asimilar. En eso el arte es semejante al amor...”

Aristóteles: arte y catarsis

Aristóteles coloca sobre el arte un carácter contemplativo sobre lo emotivo. Una posibilidad de reflexión sobre la propia emoción, que permite al humano verse en sus pasiones y en el dolor de sus emociones. El goce ante algo bellamente hecho, permite un cierto entendimiento de la emotividad humana, por dolorosa que sea.

Peter Handke

Este escritor austríaco tiene numerosas novelas, libros de poesía, piezas de teatro, ensayos sobre distintos temas y varios guiones cinematográficos, por lo que resulta difícil decir algo específico sobre su extensa obra. La Academia Sueca resalta de su literatura la “extraordinaria atención a los paisajes y la experiencia material del mundo”.

La belleza en Leonardo

Leonardo escribe muy poco sobre la belleza. Para él, el objeto de la pintura era alcanzar un saber sobre la relación de la naturaleza y el ojo que la percibe. Lo importante de la pintura sería lograr un acercamiento objetivo a la realidad desde la particularidad del artista, y en ese acercamiento se podía o no tocar la belleza natural.

"U.C.V. mea culpa"

La poesía es tensión, arco y lira. La cuerda alzada esperando caer, en el preciso momento. Allí toda embriaguez debe volverse luminosa y contraerse. No se trata del extravío.

El amor platónico y la belleza

El amor nacido ante la belleza ofrece no sólo deseos pasionales, sino también un posible ideal humano al que somos llamados para llegar a ser plenamente. Es gracias al amor que intuimos lo que nos es ofrecido a cada uno como sentido vital. Por el amor, reconocemos la Verdad que nos sostiene afectiva y anímicamente, que es la verdadera Belleza.

Cartas a Theo: el decir de una voluntad creadora

De la lectura de la correspondencia de Vincent van Gogh lo que causa la mayor admiración es el vigor de Vincent para exponerle a su hermano y confidente Theo, los procesos de elaboración de sus proyectos de vida, los religiosos primero, luego los artísticos.

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Rafael Castillo Zapata

Alejandro Rossi, el Distraído

Distraído no es precisamente el desatento, el que anda por las nubes y no ve por dónde pisa. El distraído es el que se distrae; es decir, no sólo el que se deja seducir por lo que le rodea y le presta atención a todo sin discriminación y sin finalidad precisa, sino aquél que, además, se divierte haciéndolo, pasando entretenidamente el tiempo, al tiempo que se desdobla, plural, y se dispersa, en el devenir gozoso de su oficio. El distraído nunca es específico, le cuesta escoger, le cuesta definir, ofrecer la palabra decisiva. El distraído es el amateur, el que actúa, como dice Roland Barthes, sin espíritu de maestría o de competencia. El eterno aficionado, no el profesional o especialista.

Una hipótesis candente. Los papeles que el amigo no quemó (VI)

Temeroso de la destrucción de la maleta cuyo periplo peripatético hemos seguido en esta serie que hoy termina, Max Brod, como dijimos en la entrega anterior, la dejó resguardada en una caja fuerte de la Biblioteca Schoken de Jerusalén. Se suponía que sólo él tenía la llave que podía abrirla, pero, en 1950, descubrió que Salman Schoken, fundador de la biblioteca que lleva su nombre, había sacado una copia sin decirle nada, a raíz de lo cual fotografió muchos de los manuscritos ahí depositados. No obstante, cuando en 1952, Brod abrió por su cuenta la caja comprobó que el legado contenido en la maleta kafkiana continuaba intacto.

Una hipótesis candente. Los papeles que el amigo no quemó (V)

Hay todo un trasfondo kafkiano en la vida del judío checo Franz Kafka en relación con el sionismo y en relación con la aliyá, es decir, con la idea de la migración a Palestina, una idea que se convirtió, en un momento dado de la vida de miles de judíos de Centroeuropa, en una inquietante posibilidad, a la que muchos cedieron sin interponer demasiadas dudas. No fue ese el caso de Kafka, a quien, a última hora, la enfermedad le evitó tomar una decisión para la que nunca se sintió lo suficientemente preparado.

Una hipótesis candente. Los papeles que el amigo no quemó (IV)

Cuando Max Brod parte a Palestina, en 1939, lleva consigo una pesada maleta negra que contiene, no sus propios manuscritos, sino los manuscritos de Kafka, custodiados por él desde la muerte del escritor, y conservados desde entonces gracias a su famosa y paradójica traición. Aquel año trágico, la Alemania nazista invadía Checoslovaquia y comenzaba para los judíos de Europa central una de las experiencias más dolorosas y oprobiosas de la historia moderna: la historia del Holocausto.

Una hipótesis candente. Los papeles que el amigo no quemó (III)

Si Max Brod lo hubiera obedecido, todavía leeríamos a Kafka, como ya dijimos, aunque hubiera quemado todo lo que por suerte no quemó. No podía haber quemado, por ejemplo, Contemplación, su primer volumen de cuentos, que publicó en 1912, bajo el sello de Rowohlt, ni Un médico rural, que apareció en 1920 en Múnich, por Kurt Wolff. Ni todo lo demás que escribió y publicó -suelto, aunque resuelto- en vida (que no fue poco, y todo muy bueno y muy kafkiano, muy de la Praga de los gólems y a la vez muy alemán): relatos sueltos en revistas y almanaques literarios, por ejemplo; entre ellos, nada más y nada menos, que la famosa Metamorfosis -que apareció en Die Weissen Blätter, de Lepizig, en 1915 -, o La condena, o El fogonero, o En la colonia penitenciaria...

Una hipótesis candente. los papeles que el amigo no quemó. (II)

Es cierto, sin duda, que Kafka, kafkiano al fin, sabía que al pedirle a Max Brod que quemara todo lo escrito que dejaba tras él, a punto ya de fallecer, éste, amigo fiel como no pudo haber, no tendría otra salida, al morir él, que desobedecer...

Una hipótesis candente. los papeles que el amigo no quemó. (I)

[Dedico esta serie de microgramas a una gran kafkiana, a la Profesora María Fernanda Palacios, en Caracas, que ha sido y sigue siendo mi maestra y que sabe mucho mas de Kafka de lo que jamás podré llegar a saber yo. En su honor y a su salud, con alegría, estas conjeturas mías, en ocasión del centenario de la muerte del autor.]

Un poema enmendado (4) T. S. Eliot anota La Tierra Baldía, una vez más

Hablando de notas para aclarar oscuridades, el propio Eliot había escrito que el lector de poesía “más experto no se preocupa de entender; no, por lo menos, al principio”. Y añadía: “Sé que parte de la poesía de la que soy más devoto es una poesía que no entendí en la primera lectura; otra parte, es poesía que todavía no estoy seguro de entender; por ejemplo, Shakespeare”. Como obra maestra que es, La tierra baldía es un libro que siempre planteará enigmas, que siempre desafiará a sus lectores con diversos niveles de sentido, y nunca se abarcarán todos a la vez. Después de todo, la poesía no tiene que entenderse, como he dicho otras veces, sino atenderse, y ya. El resto vendrá por añadidura, y con el tiempo.

Un poema enmendado (3) T.S Eliot anota La Tierra Baldía

El aura de hermetismo que ha acompañado la deriva histórica de un libro como La tierra baldía, tiene mucho que ver con la tradición crítica que se ha ocupado de él. Su probable oscuridad no proviene tanto de la multiplicidad de referencias que tenía en mente el poeta al componer sus escenas, sino de la insistencia delos lectores eruditosporintentar identificar esas referencias, complicando, especulativa y conjeturalmente, la diversidad de las mismas, rizando el rizo en su cada vez más refinado, pretencioso y rebuscadoafán por aclarar las connotaciones y las implicaciones extratextuales del texto. Pero, como lo reconoció el propio Eliot mucho tiempo después, al componer el poemano se preocupó de si se entendía o no lo queescribía; simplemente lo escribía: el texto surgía de sus manos como se lo dictaba su memoria y su instinto, desplegando las imágenes que le daban vida a una anécdota que, sin duda, conocía de antemano, con todas sus resonancias e implicaciones psicológicas y culturales lúcidamente internalizadas, consustanciales a su propio diseño de la historia; de modo que no había en el empleo de ese aparato de citas, sugestiones, evocaciones y paráfrasis ningún tipo de improvisación, de impostación o de sorpresa.

Un poema enmendado (2). Ezra Pound interviene La Tierra Baldía

Para ser el despliegue imaginativo y caviloso del paisaje devastado de la cultura europea de la primera posguerra del siglo XX, La tierra baldía ha resultado, en cambio, un libro fértil, rico en controversias y episodios de intriga crítica, enmiendas y mea culpas, más estratégicos que reales. Porque, si a ver vamos, tanto Eliot como sus editores no se hicieron los tontos a la hora de promocionar un libro que ya era conocido -gracias a su publicación previa en The Criterion, la revista que dirigía el propio poeta- antes de su aparición en forma de libro y que, luego, durante su circulación,se vería rodeado por un aparato crítico que incorporó polémicas en contra e insinuaciones apologéticas, así como notas de acompañamiento para conducir su lectura. De modo que el fenómeno tierra baldía, por así llamarlo, es, quizás, uno de las primeros y más eficientes -sólo superada, me parece, por el affaire del Ulises de Joyce, que incluyó una condena judicial aparatosa- maquinaciones publicitarias de la literatura del siglo XX, sin olvidar los célebres casos de Las flores del mal de Baudelaire y de Madame Bovary de Flaubert, en el siglo precedente.

Un poema desperdigado y caótico. Las imágenes rotas en La tierra baldía

¿Cuáles son las raíces que se aferran, qué ramas crecen de esta pétrea basura? Hijo de hombre, no lo puedes decir, ni adivinar, pues conoces sólo un montón de imágenes rotas, en que da el sol, y el árbol muerto no da cobijo, ni el grillo da alivio, ni la piedra seca da ruido de agua.

Un poema enmendado. T.S Eliot anota La Tierra baldía

Peter Ackroyd, uno de los primeros biógrafos de T. S. Eliot, reconoció que el empeño por precisar el sistema de referencias que sostiene la compleja estructura de La tierra baldía resulta, según él, un juego estéril. Sin embargo, la búsqueda de las fuentes a las que recurrió el poeta para armar su libro ha sido una de los afanes más persistentes de la crítica. Este afán contradice la opinión del propio Eliot, quien afirmara en una ocasión que, al escribir La tierra baldía, y son sus propias palabras, “ni siquiera me preocupé de si entendía lo que decía”. Pero los críticos siempre han querido entender lo que consideraron, desde el principio, una obra hermética. Y ha sido ese afán de aclaración el que ha constituido en buena medida la fama de libro oscuro y esotérico que La tierra baldía arrastra desde su aparición.

El caso Nadja. Una muchacha telepática (4)

En las últimas sesiones de nuestra serie hemos focalizado nuestra atención sobre la interrelación de dos figuras femeninas, Léone Ghislaine (Nadja) y Asja Lacis, cuya presencia telepática provocó intensas reacciones afectivas e intelectuales en André Breton y en Walter Benjamin, respectivamente; reacciones cuyo efecto poético y filosófico encarnó espléndidamente en dos textos fundamentales de la tradición surrealista, Nadja y Calle de dirección única.

El caso Nadja. Una muchacha telepática (3)

Para una comprensión más afinada y refinada de la relación de Walter Benjamin con el surrealismo, resulta productivo establecer ciertos paralelismos entre la experiencia de Breton con LéoneGhislaine, la muchacha telepática que se hace llamar Nadja (es decir, en ruso, Esperanza), experiencia que, como apuntamos, se concentra en el período de aquellos diez días de octubre de 1926 que constituyen el núcleo fundamental de sus encuentros, y la experiencia de Benjamin con AsjaLacis, la revolucionaria letona que el filósofo conoce en Capri en 1924 y con la cual mantendrá una relación sentimental e intelectual intermitente hasta que en, en diciembre de 1926, decide seguir sus pasos hasta Moscú, donde permanecerá hasta enero de 1927.

El caso Nadja. Una muchacha telepática (2)

El escenario donde se desarrolla la historia de la relación con Nadja es, por supuesto, un cierto ámbito de París que le resulta familiar a Breton, y la forma que éste elige para narrar sus peripecias con el personaje es, precisamente, la del diario: esta parte del libro funciona como una bitácora, como el registro consecutivo de una experiencia que se ha desarrollado durante varios, más bien pocos, días, entre el 4 y el 13 de octubre de 1926, para ser exactos, cuando, después del misterioso encuentro en el Hotel Príncipe de Gales, del cual Breton no cuenta nada, la peculiar pareja se separa. La relación continuará luego por medio de cartas, hasta febrero de 1927. Pero el corazón de la aventura, su sustancia principal, está registrada en esos apenas 10 días de intensa frecuentación.

El caso Nadja. Una muchacha telepática (1)

Las primeras páginas de Nadja funcionan como una suerte de preámbulo en el que Breton muestra las cartas de su juego: el libro pertenece a esa clase de libros que él mismo considera transparentes, libros de “puertas abiertas”, dice, donde el yo del autor se expone y se manifiesta sin máscaras y sin subterfugios, ajeno a toda ficción o intriga novelescas.

El árbol totémico de los objetos

En un texto de 1925, titulado enigmáticamente “Onirokitsch. Glosa sobre el surrealismo”, Benjamin incorpora la potencia surrealista del sueño a una visión crítica del fetichismo de la mercancía en la sociedad capitalista. Ya no es posible soñar en la flor azul de los románticos, dice Benjamin. El sueño del retorno a una sociedad emancipada donde las cosas recuperen su valor de uso y su arcaico significado cultual, no pasa ahora por ninguna lejanía ideal: está al alcance de cualquiera que decida, como hacen los surrealistas, prestar atención a las cosas inútiles, a las cosas absurdas que contrarían y desmienten el imperativo de eficiencia y rentabilidad propio de la producción burguesa.

Para una historia revolucionaria de los sueños

Gracias a la revisión de un importante grupo de cartas escritas por Walter Benjamin durante el proceso de organización del llamado Proyecto de los pasajes, cartas dirigidas, principalmente, a dos de sus más fieles corresponsales, Theodor Adorno y Georg Scholem, su amigo de juventud, y gracias, además, a los testimonios biográficos de este último a propósito del filósofo en Historia de una amistad, podemos hacernos una idea bastante aproximada de la atmósfera intelectual y afectiva que rodeó el surgimiento de la idea de escribir un libro sobre la prehistoria de la modernidad, tomando como escenario global la ciudad de París y como centro focal los pasajes parisinos en el momento en que éstos comienzan a desparecer bajo el empuje de la reforma urbana de la ciudad emprendida por su Prefecto, el Barón de Haussmann, durante la década de los años sesenta del siglo XIX.

Walter Benjamin. Un cuento de hadas dialéctico

En una carta fechada en 1935 Walter Benjamin le cuenta a Teodoro Adorno cómo surge en su horizonte intelectual la idea de escribir una prehistoria de la modernidad a partir del estudio crítico de los pasajes parisinos.Allí le confiesa a su interlocutor que el detonador de todo el proyecto fue el campesino de París, cuya lectura, confiesa, emocionaba tanto que era incapaz de leer más de dos o tres páginas seguidas cada noche.

El bosque encantado del amor, último reducto de libertad

Toda una moral, toda una utopía del hombre finalmente liberado atraviesa, como un hilo que pespunteara todas sus texturas, El campesino de París. Cuando el paseante vagabundo se topa con los baños públicos, ¡qué maravilloso derrame de reflexiones a propósito del hombre sometido que ha perdido el dominio de sus propios placeres!: “BAÑOS, dice solamente la fachada, y esta palabra oculta una gama indefinida de verdaderos letreros, todos los placeres y todas las maldiciones del cuerpo, pero ¿quién sabe?, quizás, a su abrigo, sólo se encuentra el agua prometida, clara y cantarina.

Las Metamorfosis imaginarias de la materia y la caricatura: Aragon, Bengamin, Grandville.

A medida que se va leyendo El campesino de París, el recuerdo de Grandville, el gran caricaturista de la época de Baudelaire, se nos va imponiendo como una referencia persistente.

Los pasajes parisinos y la prehistoria de la modernidad. Walter Benjamin lee a Aragon.

La “luz moderna de lo insólito” de la que nos habla Aragon, encarnada en esas esfinges que proponen enigmas al paseante soñador que recorre ciertas ciudades, reina en las “galerías cubiertas que abundan en París, alrededor de los grandes bulevares y a las que se llama, significativamente, pasajes, como si en estos corredores robados a la luz no estuviera permitido a nadie pararse más de un instante”.

La luz moderna de lo insólito

En las minas maravillosas de El campesino de París, Aragon coincide con Breton a propósito de la infancia. “Todas las mañanas -apunta Breton en el primer Manifiesto- los niños inician su camino sin inquietudes.

Una metafísica de los lugares

Louis Aragon, el pionero surrealista, compañero de Breton, comienza “El pasaje de la Ópera”, la primera parte de El campesino de París, refiriéndose a los nuevos lugares sagrados que florecen en las grandes ciudades modernas dominadas por el ruido y la furia del mercado y el progreso; lugares, dice, donde los hombres pueden dedicarse a recuperar y salvaguardaruna“vida misteriosa” que los vincularía, según él, a una nueva “religión profunda”. En esos lugares se estaría gestando, en efecto, una “divinidad nueva”, una divinidad que corresponde al carácter peculiar de lo que él llama “Éfesos modernos”; es decir, espacios oraculares llenos de significados ocultos: lugares impregnados de una “divinidad poética” que pasa desapercibida para la mayoría de los transeúntes. Son lugares cargados de potencia metafísica.

André Breton: El cartesiano y su médium. (La serie de Nadja) 4

Como decíamos en la entrega anterior, Nadja es, en buena medida, un recuento de aquel conjunto de hechos aparentemente fortuitos que introducen a Breton en lo que él describe como un “mundo como prohibido”; el mundo, dice, de “las repentinas proximidades, el de las petrificantes coincidencias, el de los reflejos por encima de cualquier otro impulso de lo mental, el de los acordes simultáneos como de piano, el de los relámpagos que permitirían ver, pero ver de verdad […]”.

André Breton: El cartesiano y su médium. (La serie de Nadja) 3

En el camino de determinar la naturaleza de su propia personalidad (y no la de Nadja, por supuesto) -más allá, dice, “de todas las aficiones que me conozco, de las afinidades que noto en mí, de las atracciones que experimento, de los acontecimientos que me suceden y que sólo me suceden a mí, más allá de la cantidad de movimientos que yo me veo hacer, de las emociones que únicamente yo siento, me esfuerzo en averiguar en qué consiste, ya que no de qué depende, mi singularidad con respecto a los demás seres humanos”-, Breton reconoce, mientras expone “los episodios más determinantes de su vida”, la existencia de una serie de instancias, ajenas a su propia voluntad, que lo moldean y lo conducen, y de las cuales, entonces, sí depende en realidad esa singularidad suya que tan insistentemente persigue desde el principio de su libro al preguntarse “¿Quién soy?”.

André Breton: El cartesiano y su médium. (La serie de Nadja) 2

Breton comienza Nadja preguntándose quién es él. Después de alabar a aquellos que en sus obras han expuesto su propia vida sin enmascararla con trucos de estuco novelesco y de postular su ideal de un libro hecho de cristal y de puertas batientes, donde nada esté oculto o encubierto, ajeno a la parafernalia introspectiva del relato psicológico, Breton vuelve a plantearse la necesidad de averiguar quién es: “Insisto en reclamar los nombres, en interesarme únicamente por los libros que se dejan abiertos como puertas batientes y que no necesitan claves para ser entendidos.

André Breton: El cartesiano y su médium. (La serie de Nadja) 1

Puede decirse que, de cierta manera, para Breton es la vigilia la que interrumpe el sueño, y no al revés: que el estado natural del hombre sería, o debería ser, acaso, el de la entrega continua a la posición y disposición de durmiente. Deberíamos soñar, creo que dice, con los ojos abiertos, y su defensa de la imponencia de la imaginación sobre los datos escuetos o inmediatos de la realidad sería una consecuencia de ello. Los famosos experimentos con los sueños a los que se entrega junto con sus compinches surrealistas no son más que el intento de alcanzar un cierto dominio de las fuerzas oníricas para ponerlas al servicio de la razón.

Charles kinbote: el monstruoso simulacro de una novela. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (10). Pálido fuego (1962)

Pero a todas éstas, y ultimadamente, ¿qué es por fin lo desconcertante del tal profesor Kinbote que moviliza en Pálido fuego la maquinaria de la farsa y la explotación de la risa? Para mitigar la desconfianza de nuestro auditorio -vaya engorro- no nos queda otra salida que mostrar al menos una prueba que sustente nuestro caso después de cinco audiciones dando vueltas. Pero antes de hacerlo es necesario advertir al amable radioescucha, por si no ha quedado claro, que en Pálido fuego hay dos alas desiguales en un mismo pájaro: un ala son los Cantos, en los cuales no hay parodia y la rapsodia con su melopea no proporciona ninguna razón para reír; es el ala seria y trascendental de un poema sobre la vida y la muerte, el dolor y la enfermedad, el amor conyugal y paternal, las tragedias de una familia académica disfuncional, la familia Shade. La otra ala, hipertrofiada, es el ala del descabellado comentario que un maníaco fugitivo hace del libro en cuestión.

Charles kinbote: un exorcismo de autor. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (9). Pálido Fuego (1962)

Y a estas alturas ya resulta evidente que Pálido fuego es una vuelta de tuerca más -la más exquisita, nunca superada- en la secuencia de sátiras académicas con las que Nabokov exorciza su propia vida de profesor, su propia vida de erudito, traductor, escoliasta, tan pedante y presuntuoso como su personaje, que es un valiente y sumamente inteligente retrato de sí mismo.

Charles Kinbote: la crítica como streap-tease. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (8). Pálido fuego (1962)

Un ingrediente importante del general desconcierto que impregna de sutil comicidad todo el entramado escénico donde Kinbote desarrolla sus malabarismos mentales es el descaro, el descaro o la desfachatez, algo que quizás es, más bien, una suerte de imperturbable franqueza, esa franqueza cruel de los niños que este comentarista incisivo muestra a cielo abierto con la temeridad de su egolatría. Hay varias máscaras ocultando el verdadero rostro de este Boswell pervertido -pero ¿qué es verdad en un mundo gobernado por las inestables leyes de la fantasía y por los laberínticos caprichos formales de un diseñador de partidas de ajedrez especialmente malicioso, lúbrico y lúdico a la vez?-.

Charles Kinbote: la crítica como fanfarronada egotista. Las sátiras académicas de vladimir nabokov (7). Pálido Fuego (1962)

Lo cómico es el comentario; lo cómico, en Pálido fuego, es el comentador, no lo comentado, que es muy serio; ni el poeta, que es un anciano severo, de vuelta ya de muchas cosas al cabo de tantos años de vida académica y conyugal, gran discutidor alerta, con la mente despierta, delicioso interlocutor de un loco acosador. En Pálido fuego el desconcertante es Kinbote, lo repito. Shade, en cambio, es un amor; un poeta venerable del que nadie tendría el valor para burlarse: un Samuel Johnson sentencioso importunado por un fanático Boswell, patéticamente genial.

Charles Kinbote: una risa apretada entre los dientes. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (6). Pálido Fuego (1962)

En Pálido fuego, la dinamo del desconcierto es el profesor Kinbote. Pero detrás de ese motor está otro, el Deus ex-machina que lo mueve y lo conmueve todo y del cual podemos decir que se manifiesta por su presencia invisible pero omnipresente como demiurgo inclemente de sus criaturas, y ese motor externo, por así decirlo, ese etéreo combustible insustituible, es un Dios desconcertante -no desconcertado- que ha organizado el mundo -su mundo- bajo las premisas de un calculado y persistente desconcierto general.

Charles Kinbote o la risa del desconcierto. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (5). Pálido Fuego (1962)

¿Por qué el desconcierto o lo desconcertante suele provocarnos la risa? Si la risa es un mecanismo anímico de defensa, se entiende entonces que lo que nos desconcierta, es decir, aquello que nos saca del concierto de nuestras capacidades o de nuestras ideas o convicciones, signifique para nosotros una amenaza a nuestra propia seguridad, a nuestra propia integridad física y espiritual. Ciertas situaciones desconcertantes no tienen otra respuesta que la risa: frente a ellas las palabras resultan, si no inútiles, inadecuadas, insuficientes, y, entonces, como es necesario reaccionar de algún modo, nos reímos -una vez más- para exorcizar el peligro, para expulsar de nosotros mismos la sensación incómoda que resulta del descubrimiento no deseado de nuestra propia incapacidad de reacción intelectual -o discursiva- frente a una paradoja que no podemos resolver, o frente a un desafío que no somos capaces de asumir y mucho menos de acometer.

Y una vez más Timofey. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (4). Pnin (1957)

Como quiera que sea, la dentadura postiza de Timofey Pnin es sólo uno de los numerosos motivos que se entrecruzan en la pequeña sinfonía de cámara que es esta novela cómica en la que Nabokov se aprovecha de ser ruso y de dar clases en Wellesley College desde principios de los años 40 para componer una graciosa como insidiosa sátira de la vida académica norteamericana, con su variopinta troupe de profesores de la más extravagante catadura, autóctonos e importados, en campus llenos de estrambóticos personajes.

Otra vez el profesor Pnin. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (3). Pnin (1957)

Que un personaje sea el desafortunado portador de una prótesis es un recurso de la comedia, entre otras cosas, porque el efecto cómico se basa, en buena medida, en la existencia de cierta disparidad entre un instrumento y su uso errático o entre una función y su equivocado desempeño. Si encontramos un gancho en lugar de una mano en la extremidad de un personaje manco, es probable que tendamos a reírnos a causa de la inadecuación existente entre ese sustituto y las complejas funciones de la mano al intentar tomar un lápiz, frotarse los párpados, taparse la boca al bostezar. Este efecto se magnifica si ese patético gancho se usa para intentar tocar piano o para rasgar las cuerdas de una guitarra o de un arpa.

De nuevo Timofey Pnin. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (2). Pnon (1957)

Hay muchos otros rasgos pnianos, como diría el narrador, que pueden conmovernos y movernos a risa en él y con él, pues como he intentado hacer ver, lo cómico de este personaje está teñido siempre de un sentimiento de ternura, porque el narrador se compadece de él. Esta compasión atempera la violencia de todo espasmo de hilaridad aparatosa. Las desgracias de Timofey nos provocan una risa moderada, una risa impregnada de justiciera y generosa complicidad en un mismo giro cordial.

Timofey Pnin. Las sátiras académicas de Vladimir Nabokov (1). Pnin (1957)

Extranjero de mediana edad avanzada -un cincuentón, digamos- que habla mal el idioma local y confunde algunos nombres y altera las pronunciaciones; calvo, sin cejas, regordete; distraído (del tipo de aquél que se monta en un tren que va en la dirección opuesta del lugar a donde se dirige); ingenuo, crédulo, candoroso; incapaz de malicia o mala fe; enamoradizo (de la clase de los platónicos), cortés, generoso, dispuesto a sacrificarse en aras de la devoción a una mujer que lo ignora o lo maltrata o lo utiliza a su antojo para su propio oficio y beneficio, Pnin el entrañable Timofey de la novela de Nabokov, tiene todos los ingredientes para convertirse en un personaje tragicómico, enternecedor y desconcertante a la vez.

No es más que un "hasta luego", Satie (posdata sine data)

Ayer tuve que interrumpir de repente la carta que entre rimas y risas te escribía, Eric. Toma esto como una extensión reparadora de esta interrupción que, por motivos de retórica radial, no tuve más remedio que cometer a mi pesar. La carta, en verdad, me quedó muy larga y me enredé en mil cosas, y si trataba de desenredar la madeja nunca se iba a transmitir.

No es más que un "hasta luego", Satie

Queridísimo Satie: quería seguir escribiendo sobre ti, para seguir riéndome contigo y hacer reír a los que escuchan los microgramas que te escribí. Fueron seis nada más.

Satírico Satie (un músico que ríe) 6

Pero, al final de cuentas, ¿qué es lo risible en Satie? Es decir, ¿qué es lo que en él nos invita o nos incita a considerarlo uno de los más refinados artífices de la risa? ¿Da risa Satie o la provoca? ¿O ambas cosas son ciertas, al derecho y al revés?

Satírico Satie (un músico que ríe) 5

Jugar a derribar el ritmo cercado por los compases, que consideró falaces, para componer una música fluída, sin modulación y sin cadencias, organizada en autónomas secuencias, sin intención de articular una sintaxis, proponiendo, en cambio, una suerte de parataxis de fórmulas melódicas y armónicas estáticas, repetitivas, ha hecho de Satie no sólo un compositor incomprendido -casi ninguno de sus contemporáneos supo apreciar cuánto valía lo que hacía- sino un profeta de la nueva música.

Satírico Satie (un músico que ríe) 4

Satie escribió y publicó artículos de una comicidad, digamos, pre-dadaísta y con ellos exasperó a sus colegas músicos y a los que leían en serio lo que él concebía en broma para embromar. Pero no sólo fue un polemista insolente, fue un memorialista o autobiógrafo riente, inclemente consigo mismo: sus irónicos recuerdos personales se titulan, en oxímoron precioso, Memorias de un amnésico.

Satírico Satie (un músico que ríe) 3

Leo a Satie, el músico humorista, y me parto literalmente de la risa, me doblo por la mitad y debo soltar el libro que tenía entre las manos para reírme a mis anchas con comodidad. ¿Cómo no comenzar entonces por él, con él, esta serie dedicada a lo cómico en el arte, si tanto me hace reír?

Satírico Satie (un músico que ríe) 2

Leo a Satie, el músico humorista, y me parto literalmente de la risa, me doblo por la mitad y debo soltar el libro que tenía entre las manos para reírme a mis anchas con comodidad. ¿Cómo no comenzar entonces por él, con él, esta serie dedicada a lo cómico en el arte, si tanto me hace reír?

Satírico Satie (un músico que ríe) 1

Durante semanas he intentado escribir una serie de textos sobre lo cómico en el arte, y no he logrado escribir ni siquiera uno que me provoque a mí mismo la risa suficiente como para sentirme satisfecho: si he de escribir sobre lo cómico, me parece, al menos debo poder reír con lo que escriba.

Malcolm Lowry. Novelista de su vida (4)

Malcolm Lowry fue un escritor que mantuvo, desde muy joven, una correspondencia melindrosa, minuciosa, profusa -a veces difusa- y siempre prolija, con sus amigos, su familia, sus editores, sus esposas.

Malcolm Lowry. Novelista de su vida (3)

Las vidas no se escriben sólo por quienes las viven mientras las viven y las viven mientras las escriben, como Lowry, que vivió y escribió su vida en sus novelas, que son y no son, como dijimos, a su modo, autobiografías.

Malcolm Lowry. Novelista de su vida (2)

No es fácil, hemos dicho, distinguir las fronteras que separan la vida de la ficción en el caso singular y admirable del inglés Malcolm Lowry, autor de una de las novelas más brillantes y complejas del siglo XX, Bajo el volcán.

Malcolm Lowry. Novelista de su vida (1)

Es posible, como piensan muchos de sus críticos y de los que estuvieron muy cerca de él durante su vida de escritor, que Malcolm Lowry haya sido autor de un solo libro, novelista de una única novela: en realidad no hay mucho más antes o después de la construcción de ese libro fundamental para la imaginación narrativa moderna que es Bajo el volcán.

Forma y estructura en los libros de María Fernanda Palacios. Cuatro: coda final

Hay libros que demuestran que están vivos no sólo porque son leídos o comentados, sino porque cuando se vuelven a editar, en la medida precisamente en que son leídos y comentados, ya no son los mismos que eran cuando aparecieron por primera vez para captar adeptos en el ancho y complejo mundo de su recepción literaria.

Forma y estructura en los libros de María Fernanda Palacios. Tres: Las notas al pie

Como en los retablos del temprano Renacimiento, las notas al pie de los ensayos de María Fernanda Palacios, me parecen de pronto como predelas, esas tablas bajas pintadas con escenas alusivas que constituyen la base de la tabla superior donde se representa la escena principal de la pieza.

Formas y estructuras en los libros de Maria Fernanda Palacios. Dos: los índices

Otro rasgo precioso de la agrimensura y la arquitectura de los libros ensayísticos de María Fernanda Palacios es la elaboración no menos estratégica de sus índices. No hablemos ahora del sistema de los índices en María Fernanda Palacios, hablemos, más bien, del índice como sistema.

Formas y estructuras en los libros de Maria Fernanda Palacios. Uno: los epígrafes

En los libros de ensayos de María Fernanda Palacios, siempre exigentes y seductores, resalta un rasgo textual que se reitera: se trata del uso generoso y nunca superfluo del epígrafe como estrategia compositiva. Acumulados en los bordes superiores del texto, los epígrafes constituyen una trama profundamente significativa a pesar de que aparecen allí como flotando. Pero no son nubes ni nebulosas.

Pintar de oídas, pintar a ciegas

Nunca nadie vio un cuadro de Apeles, el mítico pintor griego, sino gracias a las descripciones de los estudiosos antiguos que recuperaron anécdotas remotas y las fueron repitiendo, citándose entre ellos, parafraseando, muchas veces tergiversando y deformando lo que leían en textos a menudo mutilados, incompletos.

Un crítico que canta

Orden, distribución, ritmo: como historiador del arte y como curador, Luis Pérez Oramas, cada vez lo compruebo con mayor fuerza y alegría, actúa siempre como un poeta. Como poeta ha conocido la experiencia fundamental de hacer un poema, de construir un edificio de palabras que se sostenga airoso en el espacio y en el tiempo, desarrollando el difícil arte de la combinación, de la asociación de ideas y de imágenes, de la distribución acompasada, regulada, de las cargas sonoras, del diseño minucioso de las cadencias y de las resonancias, en fin, del atento control de lo que, en resumidas cuentas, atañe, por encima de todo, a la música.

Las notables notas del notable Henry James

Si a menudo Henry James nos deja estupefactos, aturdidos, embriagados por el vértigo que nos produce la intrincada y portentosa trama de sus relatos y de sus novelas, leer sus Cuadernos de notas no nos depara menos estupefacción, menos asombro y nuestra admiración y nuestro respeto por el gran arquitecto aumentan hasta alcanzar el punto de sentirnos impulsados, simplemente, a reverenciarlo, a rendirle la más sincera y aparatosa, si se quiere, de las pleitesías, y decir, abiertamente, sin tapujos ni vergüenza: “Sí, ¡qué grande, qué monstruosamente grande es James, el mago!”.

El bello y sublime señor Kant

De pronto, leyendo un sabroso y hasta candoroso, yo diría, texto de juventud de Immanuel Kant, sus Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime, siento, con asombro, que la mecánica del pensamiento dicotómico que el joven filósofo despliega con una confianza sin fisuras, como quien conversa en una distendida sobremesa a la hora de los licores y el tabaco...

Gérard de Nerval: la implacable lucidez de la locura

Al salir de su primera reclusión en la clínica del doctor Esprit Blanche, en noviembre de 1841, Nerval, conversa con la señora de Alejandro Dumas sobre su experiencia, proporcionándonos, como vimos en una evocación anterior del tema, un sucinto como implacable relato, que pone en evidencia la absoluta lucidez del poeta, considerado, por la ciencia médica, como un enfermo mental.

Teomanía o demoniomanía: Gérard de Nerval y los caprichos del diccionario médico

La lucidez de Gérard de Nerval respecto de su propia locura, algo que no significaría en él, como ya vimos, sino “el desbordamiento de los sueños en la realidad”, se pone de manifiesto en el comentario que le hace a la esposa de Alejandro Dumas cuando, después de su primer episodio psicótico, en 1841, sale del sanatorio donde ha estado recluido y le dice: “Ayer me encontré con Dumas.

Nerval: una borrachera de sueños

Para Proust, la locura de Nerval era una locura mansa, una locura tranquila producto, simplemente, de un exceso de imaginación: la locura como una especie de borrachera producida por una excesiva inmersión e ingestión en sueños y de sueños, tanto en el sueño propiamente dicho como en la vigilia. En contraste con los despiertos, con los avisados, con los ocupados, el poeta es un loco porque sueña demasiado, porque sueña todo el tiempo, dormido y despierto, y llega un momento, ensoñación interminable, que ya no reconoce limites entre el mundo de los que vigilan y el mundo de los dormidos, incluso despiertos, y todo es un solo fluido de relámpagos y cortocircuitos paradisíacos o infernales según la atmósfera, según el ánimo.

Gérard de Nerval: la locura de considerarse poeta

Como en Artaud, pero en una longitud de onda acaso más dócil y más tenue, también en Gérard de Nerval encontramos una despiadada conciencia de la naturaleza de su mal mental, nada elemental.

La pintura se dice. La promesa de Cézanne

“Sus cartas -le decía Cézanne a Bernard- me son gratas por un doble concepto. En primer lugar, por un motivo puramente egoísta, pues su llegada me saca de esta monotonía engendrada por la búsqueda incesante de la sola y única meta […]; y, en segundo lugar, porque me permiten insistirle, sin duda en exceso, acerca de la obstinación que pongo en conseguir la realización de esa parte de la naturaleza que, desplegada ante nuestros ojos, nos da el cuadro.

El pintor ignorante. Rilke contra Bernard

“Toda palabrería es un malentendido. Sólo hay entendimiento en el trabajo mismo”. Con esta sentencia remataba Rilke una de sus cartas sobre Cézanne en la que ponía en duda el provecho que puedan tener, para una relación plena con la pintura, las opiniones de los pintores.

La ruta de Zola. ¡Cézanne, fíjate en Rembrandt!

En las cartas que Émile Zola le escribe a Cézanne desde París, entre 1859 y 1862, descubrimos varias cosas que entusiasman. La primera, es el poder éticamente integrador de una amistad generosa, a toda prueba. La segunda, es la precoz inteligencia y el buen sentido de un jovencísimo Zola.

Rilke, lector de Cézanne

En la aventura de Paul Cézanne, en la deriva histórica que lo trasciende, con su incesante presencia en el devenir de la pintura moderna, la figura de Rainer María Rilke es, vamos a verlo, fundamental.

Al dictado de la locura. Poesía y manía

Desde el origen de nuestra cultura la poesía ha estado asociada a la manía, es decir, ha estado siempre muy cercana a los manes y desmanes de la demencia.

Artaud o la razón traspasada

“Hay para mí una evidencia en el campo de la carne pura, que no tiene nada que ver con la evidencia de la razón. El conflicto eterno de la razón y el corazón se desempata en mi propia carne, pero en mi carne irrigada de nervios”, dice Antonin Artaud en su vertiginoso Manifiesto en lenguaje claro de 1925.

Artaud: el ojo intelectual en el delirio

Asediado por la locura desde la infancia, huésped habitual de asilos psiquiátricos, explorador inveterado de los más extremos paraísos artificiales, Artaud es autor de obras incandescentes, quemantes, que nos ponen por delante la violenta patencia de una experiencia de los límites, en que razón y sin razón, locura y cordura se transfiguran mutuamente...

Dados de Dadá

En un café de Zúrich, bautizado como Cabaret Voltaire, con la intervención de Hugo Ball y Jenny Hennings, de Jean Arp y Sophie Taueber, de Richard Huelsenbeck y Tristan Tzara, entre otros, nace Dadá, que será la primera vanguardia estética del siglo XX, si obviamos por un momento la facinerosa farsa fascista iniciada en 1909 por Marinetti y sus milicianos futuristas.

Darío ante Rodin

En 1900, Darío se encontraba en París en el momento en que se inaugura la gran Exposición Universal. Allí, en una sala dedicada a la exhibición de las más recientes expresiones del arte escultórico, se topa c on la imponente mole del Balzac esculpido por el gran Augusto Rodin. Estupefacto, el amante de la belleza clásica no sabía cómo juzgar lo que veía.

Ida Gramcko: la locura que resta

¿Es posible escribir poesía desde la locura, en medio de la posesión o la afección mental, o, por el contrario, sólo es posible acceder a ella, llegado el caso, después de superada una determinada crisis psíquica; sólo después de que se sale, como en el caso de la poeta venezolana Ida Gramcko, de aquella psicosis que la llevó a escribir, en 1967, su inquietante Poemas de una psicótica?

El genio malo de la poesía. El caso de Friedrich Hölderlin

¿Puede el ejercicio de la poesía conducir a la locura? ¿Los excesos de la imaginación y la contemplación pueden provocar, en algunos casos al menos, cortocircuitos dramáticos y traumáticos, descalabros definitivos de la inteligencia?

Y Balzac creó a Cezanne

Entre los muchos pintores que se identificaron con la pasión de Frenhofer y temieron concluir ellos mismos como concluyó el fantástico maestro de la fábula, resalta, sin duda, con la intensidad que le brinda su colérica vehemencia, Cézanne, el gran Cézanne, empeñado hasta su muerte en encontrar la verdad en pintura de la pintura pintura, su absoluto.

De repente, Sollers

Más conocido tal vez por el escándalo que provocaron los poemas de su libro Las flores del mal, publicado en 1856, perseguido por la justicia y condenado, en 1857, por atentado contra la moral pública, Charles Baudelaire fue, también, el poeta que descubrió a Edgar Allan Poe a los franceses.

Baudelaire inventa a Poe

Más conocido tal vez por el escándalo que provocaron los poemas de su libro Las flores del mal, publicado en 1856, perseguido por la justicia y condenado, en 1857, por atentado contra la moral pública, Charles Baudelaire fue, también, el poeta que descubrió a Edgar Allan Poe a los franceses.

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