Desenredando la red: la Reticulárea de Gego
No hay dudas de que la Reticulárea es la más espectacular de las obras de Gego: por sus dimensiones, por el juego envolvente que nos plantea al penetrar en ella, por lo sugerente de su propuesta, por su transparencia y misterio. Y así se comprueba, desde la reflexión propiciada por la palabra, al leer Desenredando la red: la Reticulárea de Gego, una antología de respuestas críticas, libro publicado en 2013, por el Museo de Bellas Artes de Houston (ICAA) y la Fundación Gego de Caracas, que recoge sesenta y cinco textos críticos —ensayos, entrevistas, reportajes, cartas y poemas escritos entre 1969 y 2011— referidos a esta magna pieza.
Ya en la década de los años cincuenta nace firmemente en Gego la inquietud por la línea, que deriva en la búsqueda de un sistema modular, pleno de maleabilidad y ritmo, para “convertir planos en volúmenes”, que vuelva “visible lo invisible”. Esta investigación eclosionará en la Reticulárea que se mostró al público por primera vez en el Museo de Bellas Artes de Caracas en 1969, y que expandió sus tejeduras a otras instalaciones como las realizadas en el Centro de Relaciones Interamericanas de Nueva York y la Ópera Antigua de Frankfurt.
Formalmente, es una enorme red compuesta por líneas de alambres entrelazados entre sí, que constituyen una malla de triángulos expandible al espacio infinito, y que se puede recorrer para hacernos conscientes de nuestro aquí y ahora, porque “la red es la vida. La función de la Reticulárea es enseñar a ver la vida”, según anota el crítico Roberto Montero Castro.
Desde el primer momento, la obra causó revuelo por su novedad y extrañeza. El espectador no la observa a prudente distancia sino que, fascinado, la recorre, se funde con ella y la completa. Después habrá lugar para pensarla, estimulados como estamos por saber qué sucede con esta pieza, o con nosotros inmersos en ella. Y para encauzar esta inquietud, es cuando se hace propicia la lectura de Desenredando la red: la Reticulárea de Gego, una antología de respuestas críticas, que no poco desbroza el camino a la mejor comprensión de este y el trabajo todo de Gertrude Goldschmidt.
Obra actual por excelencia, la Reticulárea nos habla no sólo del espacio que ocupamos sino de nuestro lugar en el mundo desde la apoteosis de la línea.