Rafael Cadenas: la palabra como posibilidad
La relación palabra-vida, cómo una puede conducirnos a la otra, acaso revelarnos el camino hacia la realidad, ocupa un lugar central en la obra de Rafael Cadenas. Y muestra de ello es la sostenida indagación en las fuentes del hecho poético cristalizada en su ensayo Realidad y literatura, publicado en 1979.
Lo que plantea Cadenas en este libro es un tema “desusado, difícil de situar”: “la posibilidad que tiene el ser humano de establecer una relación directa, no basada en la ideación, con los seres y las cosas”, dice en la introducción.
Para explorar la posibilidad de esa “relación directa”, el autor toma testimonios de la literatura y la filosofía, y cita a Huxley, Rilke, Suzuki, Watts, Wordsworth y otros, para darnos cuenta, según él, de que “ciertas obras literarias se nutren de una experiencia inicial, primigenia, básica, y el lector ha de recorrer el camino contrario, desde ellas a la experiencia, de manera que siempre desemboca en la vida, realizándose así un trayecto revelador”.
Las páginas de este ensayo buscan señalar el “extravío sobre el cual hemos fundado nuestra vida, el de no darle a ella la primacía que le corresponde”, dice el poeta, e intentan destacar otra relación con la realidad, una que no la empañe, que la deje ser. Aquí viene al quite la buena literatura, en particular la poesía, que arranca al hombre del “fatigado reino de lo sabido”, para ponerlo en la senda de lo real.
Por lo tanto, la poesía para Cadenas no es un asunto de “género literario”, sino que se trata de “algo que está en la poesía como escritura y fuera de ella, en el teatro, en la novela, en el ensayo, en la pintura, en la música, en la conversación, en la clase, en cualquier parte donde se rompa lo mecánico y entre la vida”, como señaló en una entrevista.
La “investigación sobre el hecho de vivir” realizada por Cadenas se muestra en cada una de sus libros. Por tanto, podemos entender los ensayos de Realidad y literatura como la prolongación en prosa de su búsqueda poética. Y lo que busca en su obra, y a ratos toca, es quitarnos la venda de los ojos para lograr un mirar límpido que nos revele la realidad tal cual es. Lo que se busca es recobrar el sentimiento del misterio que nos ciñe. Y esto no se trata de imposibles o quimeras. Por el contrario, Cadenas concibe el ser como algo accesible al hombre. Porque, como él mismo anotó: “ser / significa: alcanzable”.