El arte y las mujeres artistas

 


 

 

Por Susana Benko.

Convencionalmente se ha estudiado el arte clasificándolo según estilos y movimientos en función del momento de su creación. Se le crean etiquetas a partir de tendencias para determinar a qué tipo de arte nos estamos refiriendo. Un calificativo que llama la atención es el de “arte femenino”, apelativo que se le da a obras que tratan temas o conceptos que giran en torno a la mujer o que expresan aspectos femeninos según los modos de realización, técnicas y materiales. Otro apelativo es el de “arte fe¬minista”, término que se relaciona de algún modo con el activismo social. Vale acotar que la apreciación o valoración de una obra no depende realmente del género al que pertenezca su creador, pues todos los artistas deberían ser tratados en igualdad de condiciones.

Sin embargo, se ha omitido la presencia de muchas mujeres artistas en algunos destacados libros de historia del arte. Por un lado, por las circunstancias históricas y sociales que ha vivido la mujer durante siglos; y, por la otra, también por el desconocimiento de sus obras, ya que por lo general han trabajado en silencio. Parte de esto ha continuado durante el siglo XX pese a los importantes movimientos reivindicativos que se han logrado en este largo período, y pese a haber mayor amplitud y cobertura en las comunicaciones.

Actualmente estamos presenciando cambios notables en este sentido: historiadores, curadores y museos están sacando a la luz obras de artistas mujeres que han sido poco difundidas o permanecido en el olvido. Hoy no puede obviarse, por ejemplo, a Hilma af Klint como pionera del arte abstracto. Hace cinco años abrió el Museo Camille Claudel. Asimismo, se han realizado importantes exposiciones de Sonia Delaunay, Sophie Taueber-Arp, Tamara de Lempicka, Dora Maar, Anni Albers, entre otras más. En Venezuela, se celebró recientemente el centenario de Mercedes Pardo y se pudo apreciar la dimensión de su legado. Tecla Tofano, por otro lado, fue seleccionada póstumamente para representar al país en la próxima edición de la Bienal de Venecia, y Gego actualmente se expone en Stuttgart, Alemania.

Existen temas sensibles en la obra de muchas artistas contemporáneas, como la marginación de la mujer, el maltrato o la violencia de género presentes en muchas comunidades. O bien asuntos relativos a su intimidad. Es inevitable considerar la revisión de conceptos como "identidad femenina", “arte femenino” o “feminista”, pues de alguna manera pautan las motivaciones que definen la producción de determinadas obras de arte. Éstas se redimensionan si conocemos sus circunstancias: si comprendemos la correlación entre arte y sociedad. En definitiva, no sólo se trata de saldar varias deudas sino también de valorar y adoptar criterios más amplios que permitan la redacción de nuevas historias del arte más justas e inclusivas.