Del "Almuerzo sobre la hierba" al "Almuerzo en el monte"

 


 

 

Por Susana Benko.

En 1863 Edouard Manet pintó un cuadro que causó escándalo: se trata de su famoso Almuerzo sobre la hierba, originalmente titulado El baño, obra que fue rechazada por el jurado del Salón Oficial de Arte de París y que consagró a su autor luego de exponerla en el Salón de los Rechazados. En esta pieza aparece sentada en primer plano una linda muchacha desnuda. Está de lado pero voltea su rostro al frente y nos mira. La acompañan dos caballeros que se encuentran charlando amenamente y están elegantemente trajeados. Atrás se encuentra otra dama, vestida a la usanza de la época, agachada, recogiendo tal vez unos frutos o unas flores. Están en un bosque al aire libre disfrutando de un almuerzo campestre.

Dos años después, en 1865, Claude Monet pintó su Almuerzo sobre la hierba en respuesta a la pintura de Manet. Los personajes están vestidos, por lo que la escena fue socialmente aceptada. Ambos pintores, Manet y Monet, son protagonistas claves del movimiento impresionista francés.

Un siglo después, en 1978, el artista venezolano Régulo Pérez realizó su versión titulada Almuerzo en el monte -homenaje a Manet-. Se trata de un tapiz de gran formato conservado en el Museo de Bellas Artes de Caracas. En esta pieza el maestro Régulo con ayuda de un grupo de alumnos reinterpretaron la famosa pintura de Manet.La escena es similar: el desnudo femenino se encuentra acompañado de dos caballeros, uno vestido de civil y otro de militar. Atrás está la dama agachada recogiendo algo en el campo. Los acompañan animales del monte: un tigre que salta, un perro o un lobo en un costado, telas que sugieren aves en vuelo... Todo un ambiente dinámico y heterogéneo, como es la vida en una selva tropical. Cuenta Régulo cómo fue el proceso de realización de esta pieza:

AUDIO:

Mi obra realizada en 1978 en el Taller de la Escuela Cristóbal Rojas, con mis alumnos del último año, era una especie de conclusión del trabajo nuestro. Fue un tapiz mural hecho a mano de 3 metros de alto por 5 de largo que realizamos con todos los trapos, telas, recortes de tela, coletos, casimires, linos, etc., cosidos a mano. Y eso dio una obra bastante interesante porque es original en ese sentido. Entonces yo me inspiré de Edouard Manet, que era un pintor de transición, por eso lo hice: entre la pintura clásica -que él estudió muy bien-, pero fue siempre reacio y propuso la nueva impresión en la pintura.

El humor de Régulo se hace presente en esta pieza, comenzando por el título que se acopla con nuestra expresión local. Y es que este Almuerzo en el monte es “Una obra a todo trapo”, tal como la calificó el periódico 2001 en 1978 en un reportaje que ocupó su primera plana.