Artistas viajeros en Venezuela. Siglo XIX y principios del XX.

 

 

 

Por Susana Benko.

Durante el siglo XIX, el retrato, la pintura de historia y el paisaje fueron géneros predominantes en el arte venezolano. En cierto modo constituyen un documento de época en el que la reafirmación de Venezuela como país soberano cobra en estas obras gran importancia.

Finalizada la Guerra de Independencia, hubo una apertura en las relaciones diplomáticas. Ello permitió que varias expediciones científicas vinieran del extranjero a cumplir diversas funciones en el país. Con ellas, llegaron artistas cuya misión fundamental consistió en registrar nuestra geografía, fauna y flora, a través de ilustraciones y pintura de paisajes.

Alejandro de Humboldt estuvo en Venezuela a principios del siglo XIX. Promovió, desde Europa, que nuevas generaciones de ilustradores, científicos y artistas vinieran a documentar visualmente nuestra tierra. En aquel entonces, esto no era un asunto fácil de asumir. Se requería valor para adentrarse en zonas desconocidas y desafiar los peligros de la naturaleza. Tampoco podían saber cuál sería la actitud de los habitantes de estas tierras teniendo en cuenta la reciente historia devastadora de la Guerra de Independencia.

Así, llegó Ferdinand Bellermann en 1842. Tomó apuntes de la naturaleza que luego, una vez de vuelta a su taller en Alemania, reinterpretó al óleo. También se presentó Anton Göering, quien, extasiado y conmovido ante la exuberancia de nuestro paisaje, se quedó en el país por ocho años, perdiéndose durante días por parajes intransitables. Federico Lessmann, por otra parte, se quedó en Venezuela más de lo previsto y, por décadas dibujó, fotografió y litografió incansablemente a Caracas y La Guaira.

Otros personajes quedaron impactados con nuestra variada flora y la luz del trópico. El norteamericano Allen Voorhees Lesley recorrió lejanos recodos y dejó una valiosa carpeta de apuntes sobre la Venezuela rural de la época. El francés Camille Pissarro visitó Venezuela en su juventud y realizó un amplio registro no sólo de la flora sino de las costumbres de Caracas y de sus alrededores.

Las visitas continuaron durante las dos primeras décadas del siglo XX. Por razones ya personales, Samys Mützner, proveniente de Rumanía, y Emilio Boggio, francés nacido en Caracas, estuvieron un tiempo en Venezuela. Pintaron al aire libre, como los pintores impresionistas que eran, considerando los cambios de luz en la naturaleza. También vino Nicolás Ferdinandov, pintor, músico y orfebre, cuyo espíritu aventurero y modo de vida nada convencional dejaron honda huella en el alma de nuestro Armando Reverón.

Las obras de todos estos ilustres visitantes se encuentran en varias colecciones de arte en el país.