Venezuela ha sido tierra generosa con la llegada de numerosos extranjeros en el país. Recibimos a profesionales de diversas áreas del saber. Esto fue particularmente notable entre las décadas del treinta al cincuenta del siglo XX.

En esos años hubo fuertes motivos para que se diera esta importante inmigración. La primera fue inmediatamente después de morir Juan Vicente Gómez. Entonces se le daba la bienvenida a todos aquellos inmigrantes provenientes de diversas regiones que deseaban incorporarse al proceso de construcción del país. Intelectuales venezolanos como Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri, Mariano Picón Salas, entre otros, apoyaron los aportes que estas personas podían dar.

Picón Salas, además, en su calidad de Director de Cultura y Bellas Artes del Ministerio de Educación, –cargo que ostentó entre 1938 y 1940–, contrató a educadores de distintos países al comprobar la precariedad de nuestro sistema educativo. Entre ellos, los integrantes de la Misión Pedagógica Chilena conformada por los pintores Marco Bonta y Armando Lira. También llegaron Germán Cabrera de Uruguay y el español Eduardo Gregorio, quien tuvo destacada actividad en el campo de la cerámica.

Por otro lado, a raíz de la Guerra Civil Española y de la Segunda Guerra Mundial, numerosas personas vinieron al país buscando paz y seguridad de vida. Huían del terror que reinaba en Europa. Buena parte de esta inmigración se distinguió por su formación muy calificada y la mayoría se integró rápidamente al país. Por supuesto, entre ellos, llegaron numerosos artistas.

La lista de nombres es inmensa. Basta señalar sólo algunos provenientes de Europa que aportaron nuevos enfoques en el arte: en escultura, Ernesto Maragall, Cornelis Zitman, Harry Abend, Doménico Casasanta, María Teresa Torras, Manuel de la Fuente, Marcel Floris. En fotografía, Victoriano de los Ríos, Paolo Gasparini, Gorka Dorronsoro, Federico Fernández. En arte y diseño, Gego, Gerd Leufert, Nedo. En pintura, Luisa Richter, Iván Petrovszky, Paul Klose, Marietta Berman. Otros pintores que también fueron notables dibujantes e ilustradores fueron Ramón Martín Durbán, Ángel Luque, Abel Vallmitjana. En cerámica, Seka, Colette Delozanne, los esposos Zilke. Otros más afines al arte contemporáneo fueron Claudio Perna y Miguel Von Dangel. De otras latitudes, no podemos olvidar a Francisco Hung proveniente de China y años más tarde, Roberto Obregón de Colombia.

Dejémoslo hasta aquí porque la lista es larga. Vale decir que todos se integraron al país inmediatamente. Abrieron talleres, exhibieron sus obras, ganaron premios, y algunos fueron buenos pedagogos. Sus aportes han sobresalido de tal manera que aseguraron su presencia en la historia del arte venezolano.