Artes visuales hoy. Problemas para una definición

 




 

 

Por Susana Benko.

Definir qué es el arte ha sido tema de reflexión durante muchísimo tiempo. Uno de los significados de la palabra ‘arte’ es, en latín, el de ‘habilidad’. Siguiendo esta pauta, un artista sería una ‘persona habilidosa’ porque domina técnicas y recursos expresivos que le permiten desarrollar su obra. Según estas habilidades, un artista demuestra su talento en la música, en la literatura, en el teatro, en la danza, en el diseño o bien en lo que llamamos artes visuales. Todos ellos proporcionan, a quien lo ejecuta y a quien lo oye u observa, momentos de placer bien sea percibiendo la belleza o por una particular experiencia emocional, intelectual o por combinación de todas ellas.

La necesidad de crear ha existido a lo largo de la historia de la humanidad. Según las épocas y los contextos culturales, apreciamos cómo las obras de arte varían según las motivaciones de los artistas, y ello determina variaciones en estilo, técnicas, materiales utilizados, entre otras consideraciones. Un artista plástico o visual trabaja con elementos aparentemente básicos como el punto, la línea, el color, el volumen, la luz, la oscuridad, la textura, la forma, elementos todos que conforman una composición. Pero más allá de esta descripción formal, es con estas herramientas que consolida un lenguaje capaz de expresar una particular visión de mundo, acorde con su cultura, época y sociedad donde vive.

Hoy día la denominación ‘artes plásticas’ puede sustituirse por ‘artes visuales’. El artista en la contemporaneidad si bien sigue utilizando medios tradicionales como la pintura, la escultura, el dibujo, el collage o las artes gráficas, también puede integrar otros campos de expresión como el video, el cine, la fotografía, incluso la música o la literatura, y, por supuesto, el arte digital. No se limita necesariamente a medios propiamente artísticos. De hecho, la ciencia y la tecnología, le permiten ampliar la carga conceptual de sus propuestas en diversas áreas del saber.

El arte contemporáneo es tan amplio y heterogéneo que el intento de una definición es ya un problema. Su naturaleza se torna compleja, pues ser contemporáneo supone un arte del presente, actual, pero lo cierto es que se viene desarrollando aproximadamente desde hace sesenta años. Además, se manifiesta de múltiples maneras. Formalmente, la obra puede tener diversas modalidades: ser el cuerpo del artista expresándose a través de performances o bien trabajarse como objeto en piezas en pequeños formatos. O bien considerar al espacio como soporte a través de instalaciones o en intervenciones a gran escala en paisajes naturales o urbanos. Puede inclusive desmaterializarse mediante la transparencia, o llegar a la inmaterialidad absoluta como obra virtual a través del internet.

Las manifestaciones contemporáneas son tan variadas que algunas desdeñan lo material y privilegian una idea o un concepto. Ello hace que su naturaleza en algunos casos se torne sumamente crítica, al tratar problemas que van desde el ámbito íntimo como la corporalidad, por ejemplo, a temas como la socio-política, la discriminación de género, la ecología, por mencionar algunos. Un arte, en el fondo, complejo y a la vez consciente de los problemas actuales de la humanidad.