Los orígenes de la comedia

 


 

 

Por Humberto Ortiz.

El teatro floreció en las ciudades griegas entre el 550 y el 220 a. C. En los primeros tiempos, la comedia no gozaba de la misma protección oficial que la tragedia, a pesar de que ambas estaban enlazadas desde los rituales dionisiacos, que seguían celebrándose en las zonas rurales. Los festivales trágicos a principios del siglo V a. C. estaban ya bajo la protección del Estado, mas la comedia comenzó a formar parte de las fiestas anuales en honor al dios del vino, casi medio siglo después.

El nombre de tragedia significa “cantos de macho cabrío”, que eran los ditirambos en honor a Dionisos. El nombre de comedia proviene de la palabra komo, que hace referencia al grupo de jóvenes que bailaban y cantaban celebrando los misterios de la fertilidad y la procreación en los mismos ritos dionisiacos.

Esos cantos eran originalmente improvisados y, cuentan los estudiosos, que los miembros del komo cantaban y bailaban como sátiros obscenos que, bajo los efectos embriagantes del vino, se burlaban de los asuntos colectivos e incluso podían criticar algunas posiciones particulares.

Al parecer, en los días festivos, distintos grupos de sátiros deambulan por las calles y, al cruzarse, daban lugar a enfrentamientos que fueron la base original de los diálogos teatrales.

Las posibles disputas entre los coros, o entre individuos y coros, comienzan a ser elaborados por los poetas, quienes pronto se ocuparon de recrear los antiguos mitos heroicos.

Para preservar la tradición, los primeros festivales teatrales en las polis exigían a los poetas la presentación de tres tragedias y un drama satírico. Pronto esos dramas fueron eliminados, aunque siguieron formando parte de los rituales dionisíacos rurales.

Cuando la Comedia fue asumida bajo la protección estatal, la jocosa burla satírica fue retomada en la escena teatral. La Comedia, como la tragedia, quiso hacer suyos los temas míticos pero en forma de parodia, para así ofrecer un espectáculo que tocara de manera divertida los asuntos sociales inmediatos.

Fue con las palabras de Aristófanes (444 a. C- 385 a. C) que este género alcanzó un alto valor poético. En sus obras, de manera abiertamente fantástica, se mezclan todos los temas que ocupaban a los ciudadanos atenienses a consecuencia de la Guerra del Peloponeso en las últimas décadas del siglo V a. C, desde los económicos y políticos hasta los personales. Sus comedias son ejemplos claros de las posibilidades expresivas de un espectáculo que, bajo la máscara de un humor sarcástico y hasta obsceno, matizado con agradables o jocosos cantos corales, ofrece la risa para agudizar una reflexión crítica sobre los temas políticos, filosóficos, educativos y artísticos de la humanidad.