El Romancero gitano de Federico García Lorca

 


 

 

Por Álvaro Mata

Sin temor a equivocarnos, acaso sea el Romancero gitano el libro de poemas más leído de Federico García Lorca, éxito de público en 1928, año de su publicación, y clásico indiscutible casi un siglo después.

Pero comencemos por el principio…

El romance es un poema narrativo que cuenta algo a través de coplas, y que tiene una añeja tradición en España que se remonta a los predios del Siglo de Oro. La manera de contar y el tono del romance poseen algo misterioso, y muchas veces sin decir, nos deja suponer, imaginar. Esta aura misteriosa le es propicia a García Lorca para acrecentar el enigma del tema de su libro: el universo mítico gitano.

Los gitanos son considerados la encarnación del embrujo del alma andaluza, y en el Romancero gitano se nos presentan como un pueblo noble, como una cultura ancestral muy lejana del hombre moderno, dicotomía que se muestra en la construcción misma del libro, en el que se reúnen elementos tradicionales y modernos, y se armoniza lo popular con lo culto.

En el vasto friso gitano creado por García Lorca, desfilan personajes inolvidables como Soledad Montoya (encarnación de la Pena Negra), monjas gitanas, casadas infieles. Asistimos a reyertas con navajas de Albacete, mientras la luna testimonia la puesta en escena con su gélido “blancor almidonado” de muerte. Para, finalmente, acabar con toda la imaginería gitana al irrumpir la Guardia Civil, enemigo acérrimo y tradicional de los gitanos.

Con elementos tan comunes para el español, el Romancero gitano se convirtió en un libro extremadamente popular, lo que ocasionó que en el círculo intelectual de la época se señalara en él un “exceso de gitanismo”. Señalamiento al que García Lorca salió al quite, aclarando que su libro “es un canto andaluz en el que los gitanos sirven de estribillo (...) Romances de varios personajes aparentes, que tienen un solo personaje esencial: Granada”. “Mi gitanismo es un tema literario y un libro. Nada más”.

Motivo literario o no el tantas veces menospreciado universo gitano, lo que sí es cierto es que Federico García Lorca vendría a inmortalizar a la Andalucía honda al cantarla con la poesía de altísimos quilates que rezuma este libro.

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