"El Abrazo" de Juan Genovés

 


 

 

Por Susana Benko.

En mayo pasado falleció Juan Genovés, uno de los artistas más prolíficos y comprometidos con la historia de su país. Nació en Valencia, España, en 1930. Su inclinación al arte se manifestó en su infancia y en buena parte se debió a los diversos oficios que realizaba su padre, quien fuera artesano, grabador de metales y decorador de muebles. Pero además era un republicano cabal, vinculado a la llamada “izquierda progresista”.

Ese entorno familiar ayudó a enraizar sus inclinaciones artísticas así como las ideológicas. A ello se agrega el haber vivido los estragos de la Guerra Civil Española siendo todavía niño. Todo ello dejó profunda huella en su memoria. ¡Cómo no recordar los bombardeos, los pelotones de fusilamiento, la destrucción a su alrededor, y sobre todo el terror de la gente en carrera tratando de salvaguardar su vida! Estas escenas, y otras que ocurrieron seguidamente como la derrota republicana y el advenimiento de la dictadura franquista cuya represión duró 36 años, hicieron de Genovés un artista sensible a su circunstancia y un férreo opositor al franquismo.

Su figuración es fundamentalmente política y social, pero trasciende estas categorías al ser profundamente humana. Por algo se le conoce como el “pintor de multitudes”, pero sabemos que muchas veces se padece la soledad en compañía. Y también el miedo y el dolor, temas presentes en su pintura. Su obra se destaca asimismo por su carácter urbano con acumulación de personajes, vistos como puntos o en fragmentos, o como transeúntes en carrera. Su tendencia a la monocromía, conocida como su serie negra, se debe a su inclinación por el cine.

En 1976 pintó El abrazo, una obra de gran formato realizada en acrílico y serigrafía sobre tela. Allí se encuentran varios personajes, la mayoría de espaldas, celebrando el fin de la dictadura al morir Francisco Franco en 1975. Este momento de la historia española se le conoce como “La Transición”. Entonces, aún no estaba restaurada la democracia, por lo que la Junta Democrática, actuando en clandestinidad, le pide a Genovés un cartel que sirva de apoyo a la solicitud de amnistía para los presos políticos de la dictadura. Genovés utilizó para ello la imagen de El abrazo. Consecuencia de esto fueron siete días de cárcel, lo que motivó a que un grupo de artistas se encerraran en el Museo del Prado para protestar y exigir su liberación.

Finalmente, las elecciones democráticas en España fueron convocadas en 1977 bajo el gobierno de Adolfo Suárez. Ese mismo año ocurrió la “Matanza de Atocha”, un terrible atentado terrorista en el que un grupo de abogados fueron asesinados. Recordando este hecho, Genovés realizó en 2003 una escultura en bronce a gran escala para rendirles homenaje. La imagen escogida fue la de El abrazo, hoy símbolo indiscutible de la ansiada democracia y de la reconciliación.