"U.C.V. mea culpa"

 


 

 

Por Humberto Ortiz.

Soy profesora universitaria
hija de la Casa de los locos
Hyde Park sin reina ni reino

Soy de la “Tierra de Nadie”
Vivo en el desamparo
en el miedo
en la convulsión
en el temblor

Doy clases en la Escuela de Letras
Y tengo los ojos azules

Trabajo, sí
mientras puedo…
mientras me dejan…
las secretarias
los bedeles
los profesores
los psiquiatras
y los encapuchados

Los Decanatos son un reino de locos
donde todos se pelean.

Inquinas
Odios
Rivalidades

Y yo les sugiero que se vayan a la mar
-a la playa
para limpiarse la mente y el corazón

Soy profesora universitaria
tengo 45 años
llevo aproximadamente diez y seis años de Docencia
Soy profesora Asociado
me faltan 16 años (?) 10 años para jubilarme (?)
¿pero podré?, ¿tendré fuerzas?
-Podrá usted, ¡preciosa!
¡a pesar de su cansancio!

Dios, he visto de todo
locos
borrachos
amas de casa
homosexuales

La U.C.V. era o es un antro que da o daba pena
He sido madre
hermana
amante
abuela
de mis preciosos y sórdidos alumnos
Y mi grito no tiene fin…

Veo sus jardines destrozados
y me da pena
veo los allanamientos
y me da pena
veo botellas de agua mineral lanzadas al piso
veo preservativos.

Y digo, me digo:
¡Santa Cruz de Tenerife!
“Orden en la pea”

¿Y las obras de arte?
¿Quién las va a preservar?
¿Y nosotros los artistas?
¿A dónde?
Dios, ¿a dónde?
Señor su Excelentísimo Rey de Inglaterra
¡ayúdenos!
Ayude a Rafael Cadenas y a Hanni Ossott
(entre otros tantos poetas que quieren respirar)
porque de lo contrario nos da “la tembluca”.

Abril, 1991

Poema de Hanni Ossott (nacida en 1946- fallecida en 2002): poeta y ensayista caraqueña. Fue profesora de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela. Ella misma escribe:

“La poesía es tensión, arco y lira. La cuerda alzada esperando caer, en el preciso momento. Allí toda embriaguez debe volverse luminosa y contraerse. No se trata del extravío. El poeta debe atajar en el preciso momento el instante poético. Hay mucho material poético que perdemos en el vivir. Lo vivimos sin más, para la memoria. Por ello el recogimiento, el apartamiento y la soledad son lo más importante. Allí se macera, se cuece lo vivido y alcanza su máxima tensión”1

Caracas, noviembre 2019
1“Memoria de una poética”, en Hanni Ossott. (2005) Cómo leer poesía. bid & co. editor: Venezuela