¿Sabes que una de las obras arquitectónicas más importantes de todo el mundo se encuentra en nuestra atribulada Caracas? ¿Conoces ese museo al aire libre con creaciones de los más renombrados artistas nacionales e internacionales, concebido bajo el concepto de “Síntesis de las artes”? Por supuesto que estamos hablando de la Ciudad Universitaria de Caracas, albergue de la Universidad Central de Venezuela.

Aunque construida casi en su totalidad durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, nunca se ha recordado lo suficiente que la primera piedra de esta obra fue colocada por el presidente Isaías Medina Angarita en el año 1943. El arquitecto encargado de la colosal empresa será Carlos Raúl Villanueva, un nombre que ningún venezolano debe olvidar, si quiere sentirse verdaderamente orgulloso de su gentilicio.

Comienza la construcción según las prioridades: primero los edificios del eje de la salud (con el emblemático Hospital Universitario a la cabeza), y luego el eje deportivo (estadios Olímpico y de Béisbol), que sería inaugurado en 1951 a propósito de los III Juegos Bolivarianos.

En el Conjunto Central de la Ciudad Universitaria (Aula Magna, Sala de Conciertos, Rectorado, Plaza Cubierta, Biblioteca) se entenderá el concepto de “Síntesis de las artes mayores”, que se fundamenta en el diálogo entre el espectador y la obra dispuesta en espacios exteriores e interiores. Y es que en la Plaza Cubierta encontramos murales abstractos, esculturas y vitrales de artistas de la talla de Jean Arp, André Bloc, Carlos González Bogen, Henri Laurens, Fernand Léger, Mateo Manaure, Francisco Narváez, Pascual Navarro, Víctor Vasarely y Oswaldo Vigas, por solo mencionar algunos.

La joya de la corona es el Aula Magna, considerada una de las cinco mejores salas a nivel mundial con mejor visibilidad y acústica natural. Su techo resguarda las célebres “nubes” de Alexander Calder, que embellecen el espacio y reflejan el sonido a través de pantallas acústicas.

En total, son 42 edificios los que conforman la Ciudad Universitaria, construidos entre 1944 y 1958, sin que se ejecución, asombrosamente, se interrumpiera por los turbulentos acontecimientos políticos sucedidos entre 1945 y 1958.

Se trata de una obra arquitectónica concebida a escala del ser humano, pensando en la funcionalidad de los espacios, sin soslayar en absoluto los valores estéticos. En palabras del maestro Carlos Raúl Villanueva, en la Ciudad Universitaria “se forja el pensamiento de los intelectuales venezolanos y se transforma la historia de nuestra ciencia, de nuestra técnica. Es así como mi obra cumple una función social”.

¡No dejes de visitarla!